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LA OPCION DE NO IR UN MOMENTO TRASCENDENTAL

Cuando la fecha de partida del batallón fue fijada, el
comandante (de mi batallón) me hiso llamar y me dio la opción
de no ir a Vietnam por no ser ciudadano americano. Me ofreció

transferirme a otra división dentro de los EE UU. que no estaba
yendo a Vietnam.

En respuesta le contesté que yo quería ir a Vietnam con mi

unidad… Con mi respuesta firmé un documento llamado
“Transfer of duty”, mi comandante me dio la mano y me deseo
buena suerte.

Mi respuesta de querer ir a Vietnam junto a mis camaradas no

fue fácil. Mientras hablaba mi comandante, en breves minutos
pasaban por mi mente varios escenarios. La posibilidad de no

volver a ver a mis padres y hermanos era real. Sin embargo, el
de no vivir en paz conmigo mismo por haber abandonado a mis
camaradas, en ese momento, tuvo más peso y prioridad.

Como me hubiera sentido al ver la cara de Jones, de Baker, de

Homer, de Martinez y de otros amigos si les hubiera dicho que
yo no iba con ellos.

Llega un momento en la vida del individuo en que tiene que
tomar una decisión contundente, aunque ella signifique el

sacrificio extremo de morir. Para mí, rechazar la opción de no
ir a Vietnam en ese entonces, fue el momento trascendental de
mi vida.

Algunos de mis camaradas a quienes les conté que rechacé mi

opción de no ir a Vietnam, me dijeron que era un tonto. Al final,
todos quedamos contentos que el grupo quedo intacto..