Page 48 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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o quienes se la habían pedido, asegurando que producía la
inmortalidad y que proporcionaba una fuerza y una ener
gía decuplicadas y la victoria sobre Zeus. Tifón, o los Gi
gantes, bebieron lo que se les ofrecía, pero, en lugar de la
poción que daba la inmortalidad, las diosas les habían
preparado lo que se llama un «fruto efímero», es decir, la
decocción de una planta destinada a los mortales. Es el
alimento de los humanos, que viven al día y cuyas fuerzas
se deterioran, Los frutos efímeros son el alimento de la
mortalidad. En lugar de beber el néctar y la ambrosía, en
lugar de recibir el humo de los sacrificios hechos por los
hombres que sube hacia los dioses, este alimento efímero
vuelve a Tifón tan frágil y vulnerable como un humano.
De la misma manera, los Gigantes conocen el cansancio y
la vulnerabilidad, no poseen la vitalidad constante y per
petuamente viva de los dioses.
En todas esas historias se ve claramente, en último
término, la idea de un universo divino dotado de privile
gios propios. El néctar y la ambrosía son el alimento de
los inmortales. Zeus ha concedido a los Cíclopes y los He
catonquiros el alimento de la inmortalidad para que se
conviertan realmente en dioses y permanezcan a su lado.
Por el contrario, ofrece a todos los pretendientes al poder
supremo un alimento efímero, el que comen los seres
mortales y vulnerables. Cuando el resultado de la lucha
parece incierto, para que se incline del lado de los Olímpi
cos, Zeus no vacila en dar a comer a sus adversarios aque
llo que los hace tan débiles como los humanos.
EN EL TRIBUNAL DEL OLIMPO
Con la victoria sobre los Gigantes, puede decirse que
el reinado de Zeus está definitivamente asegurado; los
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