Page 126 - Diseño de interiores (2a. ed.)
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DISTRIBUCIÓN CROMÁTICA
En el desarrollo de una combinación de colores para un
espacio interior debemos considerar cuidadosamente
la clave cromática y tonal, así como la distribución de
los colores. La combinación no solo debe satisfacer el
propósito y la utilización del espacio, sino que también
deberá tener en cuenta su carácter arquitectónico.
Las decisiones deben tomarse teniendo en cuenta los
planos principales de un espacio interior y cómo podría
utilizarse el color para modificar el tamaño aparente,
la forma, la escala y la distancia. ¿Qué elementos
formarán parte del segundo plano y cuáles estarán
en un plano medio o en primer plano? ¿Hay alguna
característica arquitectónica o estructural que
debería acentuarse?, ¿o bien elementos no deseados
que deberían minimizarse?
Normalmente, las superficies más grandes de una
habitación —suelo, paredes y techo— tienen los
valores más neutros. Contra este fondo, los elementos
secundarios, como grandes piezas de mobiliario o
alfombras, pueden tener intensidades cromáticas
mayores. Finalmente, las piezas de detalles, los
accesorios y otros elementos de pequeña escala
pueden tener el color más intenso para generar
equilibrio y puntos de interés.
Las combinaciones de colores neutros son las más
flexibles. Para conseguir un efecto más dramático,
las superficies principales de una estancia pueden
tener los valores más intensos, mientras que las
secundarias pueden tener menor intensidad.
Las grandes superficies de colores intensos
deberían utilizarse con precaución, en particular en
habitaciones pequeñas, dado que reducen la distancia
aparente y pueden resultar demasiado agobiantes.
Las grandes superficies de color intenso pueden resultar dramáticas Equilibrio de superficies neutras grandes con
y visualmente agotadoras a la vez. superficies de mayor intensidad más pequeñas.
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