Page 164 - Los siete sabios de Grecia, en sus siete veneradas sentencias
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14^      Los siete Saí:-^ 9
                    bresv acontece de ordinario, por
                    su culpa , siendo siempre b mayor
                   negarse á tan preciso conocimien-
                   to.
                       A ti mismo te consulta (dice sa-
                   biamente Séneca)
                                     y si hallares en tu
                   alma verdaderos bienes, delante de
                   un gran testigo estas alabado; si fal-
                   sos, sin testigo quedas escarnecido;
                   discretisima sentencia
                                         ! Pues solo el
                   hombre debe ser testigo de sí mis-
                   mo para obrar bien; porque como
                   es él quien debe conocerse,  él solo
                   se debe tachar, ó aprobar sus ope-
                   raciones  , porque en ellas debe con
                   el proprio conocimiento ser Juez
                   de sí mismo ^ sin dar lugar á la cen-
                   sura agena, pues siempre debe pre-
                   terir la propria; Y P^^^  "iO vepite el
                   mismo Séneca, que nuinca habló pa-
                   labra, que no pasase primero por
                   su conciencia, sin agiaviaria. Esto
                   es verdaderamente examinarse con
                   ia justificada censura del propria
                                                co-
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