Page 38 - Los siete sabios de Grecia, en sus siete veneradas sentencias
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modo
proporcionado a tan peli-
groso camino lograse asi ven-
cer el riesgo
, burlándose de él con
esta advertida seguridad. Dédalo
prudente, tomó el proprio camino
que aconsejaba,
y logró el seguro
puerto; Icaro, temerario, llevado
d: su juvenil ardor se extravió
del
precepto,
y voló tan alto, que der-
ritiéndosele las alas en e! fuego mu-
nó precipitado en el agua, pasando
de un extremo á otVo, por no ha-
ber observado
el prudente modo,
que le advirtió con el concejo la se'
guridad
, que siempre el que se apar
tare de él , temerario , peligrará en
los extremos inadvertido.
No digo, que muchas veces no
es el modo difícil de seguir; pero
previniéndolos daños, que se ori-
ginan de huirles, se hace fácil la
mas temida
dificultad. El Piloto
aprehende la náutica con el mareo,
temiendo al principio repetido en