Page 176 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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que tenían por meta la supresión de la insoportable dependencia en la cual se encontraba
el país con respecto al extranjero. Ya que Alemania carece de oro y de divisas, como
nueva base del bienestar del pueblo se ha creado el trabajo que es más sólido que el oro.
Alemania tampoco se ha dejado llevar de experimentos monetarios que no hubieran
hecho más que acarrear pérdidas al patrimonio de la nación. El Marco del Reich ha
guardado siempre su gran prestigio en su calidad de papel moneda. No se ha recurrido
tampoco al aumento de las escalas de precios y jornales sino que éstos han permanecido
estables.
El ministro trató luego la cuestión de buscar las posibilidades que permitieran formar un
nuevo sistema internacional del comercio y del tráfico de capitales, basándose en las
experiencias de la post-guerra. Es absolutamente posible conseguir por este medio el
mejoramiento de las relaciones comerciales internacionales así como un equilibrio
económico, sólo tendría que producirse una modificación en las ideas y en los métodos
económicos de los Estados que incriminan a los países que hoy todavía mantienen
relaciones comerciales con aquellos Estados que fueron obligados a dejar la dirección
de su comercio exterior a sus respectivos gobiernos. Alemania debe prestar una atención
especial a la exportación de los nuevos materiales en estos momentos en que el país
surge una nueva industria mundial y se crean nuevos materiales que a consecuencia de
su excelente calidad y variadas formas de aplicación ofrecen la posibilidad de
conquistar el mercado mundial. Gracias al ingente progreso de la Economía, Alemania
debiera ser un país preferido para colocar en él el capital extranjero.
El hecho de que el comercio de exportación y el tráfico de divisas no sean satisfactorios
y sólo se puedan mantener gracias a una reglamentación bajo el control del Estado,
encuentra su razón en el problema de la liquidación de deudas y en el colonial, aún no
resuelto. Según cálculos de los expertos resulta que Alemania, si recuperara las
colonias, lograría un ahorro de divisas de 200 millones de marcos que al cabo de los
años podría llegar a 500 o 600 millones. La posesión de colonias representaría además
una base supletoria de producción. La perspectiva de recuperar las colonias es una
cuestión de honor nacional, ya que el despojo de ellas no está justificado por motivos
económicos sino que se impuso como un castigo deshonroso.
Respecto a la cuestión de las deudas extranjeras se puede decir que los empréstitos
alemanes garantizados por el Estado muestran una cotización y un tipo de interés que
son indignos para Alemania y nocivos a su prestigio. Estas deudas proceden de una
época ya pasada en la que se hizo una política exterior con créditos bancarios. Alemania
no quiere ni necesita ningún empréstito nacional en el extranjero, pero con respecto a
los ya existentes hay que llegar a un acuerdo que considere la situación política
económica de Alemania y cree condiciones naturales y estables. Del arreglo de las
deudas depende en último término el valor de la moneda alemana en el extranjero y este
valor lo mismo que todos los demás valores alemanes deben ser objeto de su nuevo
ajuste.
Durante una solemne sesión en el Centro de Comerciantes de Bremen, celebrada el 16
de junio de 1938, el ministro de Economía, Funk, habló sobre el problema de las deudas
políticas. Insistió en que las controversias internacionales de los últimos tiempos
muestran un cierto temor a una nueva crisis de la economía mundial. Los Estados
Unidos y Alemania aparecen como los verdaderos polos opuestos; mientras que
precisamente los Estados Unidos deberían ser considerados como un centro de
perturbación, en cambio la economía alemana ofrece una resistencia inquebrantable a la
irrupción de una nueva crisis. Como ejemplo de la rápida prosperidad de la economía
alemana, el ministro citó la producción de acero que en los cinco primeros meses del
año de 1938 sobrepasó a la de América del Norte (EE.UU.: 9.180.000 tons; Alemania:
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