Page 121 - El judío internacional
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ultimo en extremo interesante, que supo estar en intimo contacto con todos los presidentes, desde
Lincoln hasta Wilson), no la aprobaron. Resulto de sus razonamientos: 1º, que se oponen los
hebreos a toda legislación susceptible de restringir en los mínimo su inmigración en cualquier país;
2º, que una vez inmigrados, oponense a todo intento de indicación expresa de su raza; 3º, que
pretenden hacer creer a las autoridades que no forman una comunidad racial, sino religiosa, y que
únicamente entre ellos mismo se propaga el punto de vista de la raza.
Fue la voluntad judía la predominante; en los Estados Unidos no hay, efectivamente, ninguna
estadística sobre los hebreos. Se estipulan en las listas de inmigración diferencias entre italianos
meridionales y del Norte, entre eslavos de Moravia y de Bohemia, entre escoceses e ingleses, entre
españoles europeos y de América, cubanos, mejicanos, etc.; existen en total 46 subdivisiones de
"razas o pueblos", pero a los hebreos ni se les menciona siquiera". La comisión senatorial hizo
constar esto, agregando en su dictamen: "De lo que pudo averiguar la Comisión, resulta mas
conveniente indicar para los extranjeros la clasificación de acuerdo a razas o pueblos, que según el
intento de hacer constar con científica exactitud el conglomerado de razas en los Estados Unidos.
Nuestras estadísticas indican al detalle cuantos franceses, polacos o sudafricanos viven en nuestro
país. A la pregunta de cuantos judíos moran entre nosotros, se llaman a silencio las estadísticas.
Solamente podrían contestar los agentes o representantes de poderes hebreos en Norteamérica.
"¿La nación judía?... Explicare primero lo que entiendo por "nación", y se podrá después agregar el
adjetivo de "judío". Una nación, a mi juicio, es un grupo histórico de personas indudablemente de
t
r
acuerdo entre ellas y he manadas ante un enemigo común. Si se aplica a es o el adjetivo "judío" se
sabrá lo que entiendo por nación judía".
THEODORO HERZL
"Dejamos cons tancia que noso tros, los judíos , somos una nación peculiar, de la que cada judío es
súbdito incondicional, sean cuales fueren sus residencia, su oficio o su fe" .
LUIS BRANDEIS.
Del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
II
¿FORMAN LOS JUDIOS UNA NACION?
Lo juicios que se citan a continuación, ofrecerán una explicación de lo que piensan los mismo judíos
acerca de su raza, religión y ciudadanía. De ello resultara que difieren estos juicios esencialmente
de las teorías y doctrinas sugeridas por lo general a los no-judíos sobre el asunto.
Dice el rabino londinense Josef Morris: "Israel forma una gran nación... Ninguna secta, ni
comunidad religiosa, tendrá derecho a llevar tal nombre. Negar la nacionalidad hebrea equivaldría a
negar la existencia de los hebreos. (De la obra Israel, una nación).
Opina Arthur Lewis: "Al expresar ciertos judíos, que se consideran a si mismos una secta religiosa,
igual que los católicos o protestantes, no definen exactamente ni sus sentimientos, ni su propia
posición... Cuando un hebreo admite el bautizo, o sinceramente se convierte al cristianismo - lo que
no es necesariamente la misma cosa ( ¡! ), - pocos habrá que, a partir de ese momento no dejen
de considerarle judío. Su sangre, su temperamento y su "psiquis" siguen incólumes". (De la obra
Los judíos, una nación).
Manifiesta el abogado Beltram B. Benas: "Lo esencial del hebreo es ser nacionalista a base de su
raza". (De la obra El Sionismo, movimiento nacional hebreo).
Dice León Simón: "La idea de que los judíos forman una secta religiosa, tal como los católicos o
protestantes, es un absurdo. (De la obra Estudios sob re el nacionalismo judío).
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