Page 384 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Plan de vida.— Lectura espiritual.— Examen de conciencia 373
trición y plegaria de perdón, etc., etc. Asimismo, cuando leas alguna
cualidad propia de las almas fieles, mira si tú la posees o si te falta,
y da gracias a Dios por lo que tienes y proponte lograr lo que no
hayas aún adquirido. Igualmente, cuando leas alguna cualidad propia
de los hipócritas e infieles, mira si por acaso la posees o no.
[53] Piensa en Dios con frecuencia y pídele perdón. Si lo haces
después de cometer un pecado, te será borrado; y si lo haces después
de un acto de virtud y de piedad, te traerá luz sobre luz y gozo sobre
gozo. Ese ejercicio de la oración mental concentra las aspiraciones del
alma y aclara los ojos de su vista interior. Si en su práctica sientes
fastidio, deja la oración mental por la lectura pausada del Alcorán,
hecha con atenta reflexión y meditación, pues provocará en tu alma
sentimientos de profundo respeto y adoración, cuando leas versículos
relativos a la simplicidad, pureza y santidad de Dios; peticiones y sú-
plicas, si los versículos invitan a la esperanza; humillación, si hablan
del temor de Dios y de sus castigos, etc.... El Alcorán no fastidia al
que lo lee, por la variedad de las ideas que sugiere.
[5.°—EXAMEN DE CONCIENCIA]
[45] Debes también examinar tu alma y pedirle cuenta de tus pen-
samientos en las varias horas del día, excitando a la vez en tu cora-
zón sentimientos de vergüenza ante Dios, pues si logras que tu corazón
se avergüence de haber ofendido a Dios, impedirás con ello que a tu
corazón se le ocurran en lo futuro pensamientos que Dios repruebe, o
que se sienta movido a hacer algo que a Dios no le agrade. Nosotros
tuvimos un maestro (1) que apuntaba en su libro sus movimientos du-
rante el día, y cuando llegaba la noche, ponía ante sí su página y to-
maba cuentas a su alma, conforme a lo que en la página había. Yo aña-
dí a lo que mi maestro practicaba el apuntar también mis pensa-
mientos.
Observa vigilante todos los momentos del día, es decir, mira bien
(1) Alude a Abuabdala b. Almocháhid o a Abuabdala b. Casum. Cfr. su-
pra, parte primera, [, pág. 43, y parte segunda, VI, pág. 172.