Page 55 - LA GUERRA INUTIL - ARVEUS
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“La guerra inútil”



               víctimas  de  la  lucha  por  las  plazas;  o  mutilado,
               como  las  falanges  de  los  dedos  de  la  mano
               izquierda  de  Gabriela  Ulloa  Conde,  secuestrada
               porque así lo determinaron algunos enfermos que
               exigieron un rescate pagado dos veces.


               Medito también en lo vivido hace dos años, en los
               ojos  desorbitados y desconsolados de los padres
               de Fernando Martí; en las propuestas de Alejandro
               Martí,  quien  pidió  la  renuncia  de  quienes  no
               pudieran,  quien  a  fin  de  cuentas  quedó

               deslumbrado  por  los  reflectores  de  la  fama  y  la
               contra propaganda, porque su destello de luz fue
               tan  efímero  como  efímeras  fueron  las  promesas
               gubernamentales  para  combatir el secuestro, que
               hoy repunta, que produce nuevas y más víctimas.


               Evoco  las  lágrimas,  los  lamentos,  las  almas
               muertas  de  los  padres  de  Silvia Vargas Escalera,
               abandonados  en  su  dolor  íntimo,  personal,
               magnificado  por  los  medios  y  la  inutilidad  de  la
               procuración  de  justicia  que  sólo  acertó  a
               entregarle unos despojos, osamentas, restos de lo
               que fue una promesa de vida, de lo que quiso ser
               futuro, y por ello con razón Nelson Vargas explotó
               en  ese  grito:  ¡Qué  poca  madre!  ¿O  fue?  ¡No
               tienen  madre!  No  importa,  ellos  como  los  Martí
               nunca  podrán  ser  los  mismos  antes  de  que  los



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