Page 24 - Novelas
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OBRAS DE SELGAS.
allí hacía mucho tiempo. Traté de indagar quién
lo había puesto sobre la mesa y mis indagacio-
,
nes fueron inútiles , porque nadie lo había visto.
Tampoco comprendía que el pliego por sí solo
hubiera venido á buscarme.
Lo examiné atentamente como si pretendiera
,
descubrir en sus pormenores el secreto de su
aparición, y entonces, por alucinamiento de mis
ojos ó por capricho de la luz, noté que el papel,
queme había parecido blanco, empezaba á tomar
un tinte amarillo , que se extendía formando
aguas. Me restregué los párpados para hacer más
clara la mirada y me encontré con que el color
,
amarillo empezaba á convertirse en rojo , en un
rojo que llameaba , que hervía , en cuyo fondo
las letras que formaban mi nombre se alargaban
y se encogían , retorciéndose unas con otras,
como si estuviesen vivas y se sintieran abrasar
por el fuego que el papel despedía.
Solté el pliego con toda la precipitación de
los movimientos involuntarios : parecía que mis
dedos habían temido quemarse y me reí, sin po-
,
der contenerme, del miedo de mis manos. Volví
á cogerlo , y, al suspenderlo en la mano izquier-
da, noté que pesaba mucho ; lo pasé á la derecha,
y apenas pesaba.
Decididamente mis nervios se hallaban en un
estado deplorable, y empecé á sospechar que no
era mi salud tan buena como yo creía.