Page 87 - Novelas
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Rhiconete y Cortadillo.  ^~,
   Todos le volvieron las gracias  ; torná-
  ronse á abrazar Repolido y Cariharta, la
  Escalanta con Maniferro. y la Ganancio-
  sa con Chiquiznaque, concertando que
  aquella noche , después de haber alzado
  de obra en  la casa  ,  se viesen en la de
  la Pipota, donde también  dijo que iría
  Monipodio  al  registro de  la canasta de
  colar, V que luego había de ir á cumplir
  y borrar  la partida de  la miera. Abrazó
  á Rinconete y á Cortadillo, y echándoles
  su bendición los despidió  encargándoles
  que no tuviesen jamás posada cierta  ni
                    ,
  de asiento, porque así convenía á la sa-
  lud de  todos. Acompañólos Ganchoso
  hasta enseñarles  sus puestos^ acordán-
  doles que no faltasen  el domingo,  por-
  que  , á lo que creía y pensaba  , Monipo-
  dio había de leer una lición de oposición
  cerca de las  cosas concernientes á su
  arte. Con esto,  se fué,  dejando  á los
  dos compañeros, admirados de lo que ha-
  bían visto.
   Era Rinconete  , aunque muchacho, de
  muy buen  entendimiento,  y  tenía un
  buen natural  , y como había andado con
  su padre en el ejercicio de las bulas  , sa-
  bía algo de buen lenguaje,  y dábale gran
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