Page 4 - Emilio Caceres - Leyendas Y Mitos Peruanos
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Cierto día, Coniyara, el espíritu de la naturaleza, encontró a una bella
mujer llamada Cavillaca con la cual tuvo un hijo a través de un fruto del
árbol de lucma.
Cuando el niño creció, Cavillaca hizo que los huacas y los dioses se
reunieran para determinar quién era el padre del niño y Coniyara asistió a
la reunión vestido como un vagabundo. Sabiendo que el niño reconocería
a su padre, Cavillaca lo dejó libre para que se acercara a su progenitor.
Sin embargo, cuando el niño se detuvo frente a Coniyara, Cavillaca no
quiso aceptar que tal criatura despreciable era el padre de su hijo, así que
huyó con el niño hacia el mar y se transformó en piedra.
Coniyara la persiguió e interrogó a los animales que encontraba en su
camino sobre el paradero de Cavillaca.
El cóndor le dijo que había visto a Cavillaca cerca, por lo que fue
bendecido. Al zorro que afirmó no haber visto nunca a la mujer, Coniyara
lo maldijo, diciéndole que sería detestado por todos y que no podría salir
sino de noche. Las guacamayas que le dieron malas noticias fueron
condenadas a gritar muy alto, haciéndose visibles ante sus enemigos.
Finalmente, Coniyara llegó al mar en el que se encontraba Cavillaca y vio
que esta y su hijo eran ahora de piedra.