Page 308 - TOTAL
P. 308

Tú eres mi espejo y por eso no de mirarte, no dejo de pensarte y no dejo de                 15
                  amarte.

                  Mi  Esposa, mi  Amiga  y  mi  Amante,  siempre  tuyo, siempre  mía,  siempre
                  nuestro. Te amo mi Begoña.


                  (Tú me haces amarte cada día más)

                  Siempre tuyo… siempre mía… siempre nuestro.

                  Desde mi rincón para ti.

                  Yo no sabía de ti

                  Yo no sabía que llegarías, no sabía que romperías las barreras levantadas
                  en las huidas de otros corazones antes de ti.

                  No conocía el poder de un beso, el calor del fuego de tus labios cuando
                  rozaste los míos y robaste del cielo el brillo de la luna, para posarla en mis
                  ojos cuando nuestras miradas se encontraron.

                  Yo no sabía que se podía amar tanto, no sabía de las horas que uno puede
                  pasar mirando a ninguna parte recordando tu sonrisa, recordando el sonido
                  de tu risa, el eco de la misma rebotando en las paredes de mi pecho, dándole
                  el aire a mis pulmones con el que seguir viviendo.

                  Yo no sabía de las noches a oscuras abrazando el universo, rodeando con
                  mis brazos los latidos de tu corazón cuando, dormida, el sueño te vence y se
                  vuelve noche el día y las estrellas bailan al ritmo pausado de tu respiración.

                  No sabía de las ganas de mi propio pecho de unirse a la danza, buscando el
                  ritmo de forma inconsciente mientras mi cabeza da vueltas en torno a ti,
                  cómo no, alrededor de esta felicidad de seda que me roza el alma cada vez
                  que te tengo cerca.

                  Yo no sabía de los amaneceres que dependen de tu despertar, de los días de
                  lluvia cuando tus ojos lloran. No conocía el viento huracanado de tu llanto,
                  ni la luz cegadora que tu sonrisa provoca cuando el sol se muere de envidia,
                  cuando se ve obligado a brillar como nunca para no verse eclipsado por

                  tanta luz, por tanta belleza que nace de ti.







                                                                                                      308
   303   304   305   306   307   308   309   310   311   312   313