Page 1653 - HASTA MAYO
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¡Qué  felicidad!  Eras  tú  diciéndome  "¡Buenos  días  amor,  ¡cuánto  te  he
                  extrañado!".

                  Te conté de mi sueño y nos reímos, pero al mismo tiempo un silencio quedó
                  entre los dos, supuse que te sucedió lo mismo que a mí, era una lágrima que
                  rodaba por nuestras mejillas por estar separados.

                  Pero  nada  dijimos,  te  conozco  bien,  tu  voz  era  más  ronca.  Sentí  la
                  impotencia que te da la distancia, pero al mismo tiempo la felicidad de saber
                  que era amado por ti.

                  Soy  feliz,  no  estés  triste  que  yo  espero  tu  llegada  y  quiero  siempre
                  permanecer  en  ti,  en  nuestros  sueños,  porque  lo  nuestro  es  un  amor  de
                  verdad, un amor como pocos se dan por este medio.

                  Tranquilo amor, ya estoy feliz de nuevo, sólo fue un momento de tristezas,
                  pero ya que te escuché, quedó mi alma en paz y mi amor no se achica ante
                  nada. Eres toda mi alegría, mi razón de vivir, mi poema de amor.

                  En silencio te amo.

                  TU MIRADA

                  Mírame siempre amor mío. Castígame con tu mirada, fresca como el roció
                  en la flor. Mírame con ese ardor de mujer, refléjame en ti, hazme un mendigo
                  de tu amor, acaríciame siempre mirándome…

                  Me  tomas,  me  embriagas,  me  enloqueces,  me  provocas,  me  llenas  de
                  sentires, me llevas a otro mundo, a otra dimensión con solo mirarme, mi
                  amor...

                  Cuando  me  miras,  miles  de  emociones  recorren  mi  cuerpo,  voy  a  otro
                  planeta, al espacio infinito... Eres un ser absorbente. Los hombres no pueden
                  mirarte porque tienes poder hipnótico. Cuando los miras, todos caen de
                  rodillas a tus pies…

                  Me llevas a un mar de olas bravías cuando me miras profundamente. No
                  puedo contenerme al verte, mi cielo. Me cautivas, me esclavizas... mírame,
                  destrúyeme, penétrame con tu mirada…


                  Mirada de coquetear, mirada perfumada de espera, mirada de mujer que
                  seduce  y  acaricia,  que  embriaga,  que  besa,  mirada  de  insinuaciones  y
                  éxtasis, miradas que embriagan con néctar de besos.




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