Page 229 - HASTA MAYO
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ERES MI VIDA


                  Eres una mujer enorme, majestuosa, extraordinaria, maravillosa. Eres el
                  paisaje natural que muchos pintores quisieran para crear sus grandes obras.


                  Eres la reina que tiene a sus pies a este caballero de armadura brillante
                  para  defenderla,  a  costa  de  su  vida,  contra  los  peligros  que  alteren  su
                  tranquilidad y su felicidad.


                  Mi vida, eres el sol de mis amaneceres, el crepúsculo de mis atardeceres y
                  la luna de mis anocheceres. Robas mis pensamientos, alegras mi corazón,
                  mi respiración eres tú, mi alimento es tu presencia. Le das frescura a mi
                  vida, tus bellos ojos son la ternura que me da la paz interior.


                  ERES LA OTRA PARTE DE MÍ; SÓLO TÚ HABITAS MI CORAZÓN;
                  SUSURRO  TU  NOMBRE  A  CADA  MOMENTO;  ERES  MI
                  VERDADERO  AMOR…TAN  REAL  COMO  LO  SIENTO  Y  LO
                  EXPRESO…TU AMOR ES LA VIDA Y TÚ ERES MI AMOR, POR LO
                  TANTO, ERES MI VIDA………




                  DAME TU MANO



                  Tan solo quiero ser para ti la razón de tu vivir, fundirme en un cálido abrazo
                  y en un beso y compartir todo lo que hemos soñado.


                  Ser el viento para poder llegar a ti, ser el sol para llenarte de amor, ser tus
                  pensamientos y despertar a tu lado mirando los ojos del ser amado.


                  Porque tú me haces falta para ser feliz, porque tú estás en mis sueños, en mi
                  despertar, en mis ilusiones.


                  Hagamos de este amor el más hermoso de los sueños.


                  Anudemos nuestras almas, sin distancia ni tiempo, anidando en mi piel como
                  fiel paloma, donde las almas se juntan y donde siempre te seguiré amando.


                  Dame tu mano... ¡apriétala! y no la sueltes jamás. Dame tu mano, amor, no
                  dejes que me aleje.


                  ¡Dame tu mano! y que Dios nos guíe juntos hasta el fin, para no separarnos
                  jamás.






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