Page 31 - HASTA MAYO
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También te digo a través de un te amo, que mi anhelo de tu presencia es
                  inmenso. Que todas las luces del cielo me recuerdan tu rostro y cuando ellas
                  parpadean es cuando más sonrío porque te veo iluminándome con tu luz.


                  La misma luz cálida y suave que percibo de tu mirada, mirada que me
                  envuelve por completo. Tú eres la otra mitad de mi corazón, mi par, mi
                  complemento… Mi necesidad de ti es mucha.

                  Mi corazón palpita tu nombre todo el tiempo. Eres tú lo primero que pienso

                  y lo último que recuerdo en cada día. En mi mente tan sólo estás tú.

                  Mis ojos se iluminan al verte y mi ser se emociona al escuchar tu voz, así es
                  mi querido amor. ¿Cuánto falta para que tus ojos se encuentren con los míos?
                  No lo sé, pero te siento tan cerca ahora mismo que el tiempo ya no importa.


                  Estás adherido a mi alma, si doy un paso entonces tú también avanzas
                  conmigo.  Cuánto  bien  me  has  hecho  a  lo  largo  del  camino.  Te  amo…
                  ¡Cuánto te amo!


                  Mi amor, mi pedacito de cielo, cuánto añoro de tus labios un beso. Cuánto
                  quiero verte en este instante y decirte muchas cosas más, porque aún tengo
                  mucho por decirte, hay tanto aún detrás de esa frase, pero no me alcanzan las
                  palabras ¡Y es que no las hay!


                  Para  el  amor  no  existe  un  diccionario  ni  un  alfabeto,  ni  una  regla
                  ortográfica  ni  gramatical  definida,  y  aun  así  tiene  el  maravilloso  don  de
                  comunicarse  en  todo  momento,  actúa  con  su  propia  lógica  y  posee  su
                  característica forma de expresión, sí, así es el amor.


                  ¿Cuáles  son  las  palabras  que  necesito  para  hablarle  a  una  célula  de  mi
                  cuerpo? ¿O al átomo, a un poro o tal vez a la sangre que corre por mis venas?

                  No puedes agarrar a ninguno de ellos y hablarles esperando que entiendan

                  un lenguaje, unas palabras que tratan de explicar algo.

                  No puedes tomar la energía que rodea el cuerpo e intentar hablar con ella,
                  sin embargo, esas cosas existen aunque tengan “un lenguaje propio”, así es
                  el corazón que no depende de un lenguaje porque él es autónomo, es capaz
                  de pensar, decidir y elegir a su antojo, además de ser capaz de comunicarse
                  en todos los niveles sin tanta dificultad.


                  Te amo, es lo único que podría decir porque no tengo la capacidad de
                  describir ni escribir, mucho menos traducir esto que dice mi corazón, esto
                  que grita tan alto y tan fuerte, esto que yo puedo entender pero que me es





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