Page 411 - HASTA MAYO
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Yo no sabía de ti


                  Yo no sabía que llegarías, no sabía que romperías las barreras levantadas
                  en las huidas de otros corazones antes de ti. No conocía el poder de un beso,
                  el calor del fuego de tus labios cuando rozaste los míos y robaste del cielo
                  el brillo de la luna, para posarla en mis ojos cuando nuestras miradas se
                  encontraron.

                  Yo no sabía que se podía amar tanto, no sabía de las horas que uno puede
                  pasar mirando a ninguna parte recordando tu sonrisa, recordando el sonido
                  de tu risa, el eco de la misma rebotando en las paredes de mi pecho, dándole
                  el aire a mis pulmones con el que seguir viviendo.

                  Yo no sabía de las noches a oscuras abrazando el universo, rodeando con
                  mis brazos los latidos de tu corazón cuando, dormida, el sueño te vence y se
                  vuelve noche el día y las estrellas bailan al ritmo pausado de tu respiración.

                  No sabía de las ganas de mi propio pecho de unirse a la danza, buscando el
                  ritmo de forma inconsciente mientras mi cabeza da vueltas en torno a ti,
                  cómo no, alrededor de esta felicidad de seda que me roza el alma cada vez
                  que te tengo cerca.

                  Yo no sabía de los amaneceres que dependen de tu despertar, de los días de
                  lluvia cuando tus ojos lloran. No conocía el viento huracanado de tu llanto,
                  ni la luz cegadora que tu sonrisa provoca cuando el sol se muere de envidia,
                  cuando se ve obligado a brillar como nunca para no verse eclipsado por
                  tanta luz, por tanta belleza que nace de ti.

                  Yo no sabía de esos ojos. No sabía de la perdición que encierran cuando
                  miras, cuando me haces perderme en  su verde pradera y me encuentras
                  siempre en el mismo lugar, mirándote embobado y sin saber muy bien qué
                  decir.

                  Yo no sabía… yo no sabía de ti. No sabía de tus andares, de tus labios. No
                  sabía amar como te amo. No sabía nada y ahora aprendo, ahora vivo por
                  fin.
                  Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
                  nuestro. Te amo mi Begoña.

                  (Tú me haces amarte cada día más)

                   Siempre tuyo… siempre mía… siempre nuestro.







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