Page 802 - HASTA MAYO
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Pienso en el camino que me lleva a ti

                  Esta  carta  que  me  he  puesto  escribir  especialmente  para  ti  intenta  ser
                  hermosa y sincera y quizás sólo logre ser sincera y la belleza haya que
                  buscarla entre todos los silencios cifrados que nos obsequiamos.

                  Esta carta habla de una ausencia, pero también de una presencia, de cómo
                  poder  estar  juntos  cuando  aún  no  se  puede  estarlo,  en  esta  distancia
                  temporal que tantas veces nos hace daño por igual tú y yo, de las mañanas
                  que llegan vivas, cuando escribo o pronuncio tu nombre. De todas esas veces
                  que me piensas y te pienso.

                  Sí porque cuando me piensas, te conviertes en mi ángel, y me salvas sin yo
                  darme cuenta, de peligros indivisibles, más que un amor lejano, cuando me
                  piensas te  conviertes  en ángel  cercano, de  pequeños  conjuros  y  grandes
                  milagros que delatan mi existencia sobre tus ojos.

                  Sí,  cuando  me  extrañas,  por  los  mismos  lugares  paralelos  donde  yo  te
                  extraño, entiendo que estar vivo, es estar junto a ti, que sólo tú comprendes
                  lo que soy cuando me pongo a juntar para ti frases de amor entre mis manos,
                  sólo son mis manos y están lejos, sólo frases de amor y están lejos, pero
                  debes saber que yo te tengo cerca desde que descubrí que resguardabas
                  muchos fragmentos de mi destino, que tú eras uno de esos fragmentos y eras
                  a  la  vez  todo,  lo  más  importante,  porque  eres  tú  la  que  llegó  como  un
                  contiguo beso de mayo en el lapso idóneo para que yo con toda la fuerza del
                  entendimiento descubriera que te amaba.

                  El  verano  y  el  invierno  simultáneos,  nos  miran  cautelosos,  quizás  nos
                  desconocen, quizás nos reconocen, como tú me reconoces.

                  Esa otra tú y ese otro yo que éramos, antes de coincidir por el camino ¿te
                  acuerdas?  y  que  nos  reconocemos  en  cada  beso  inédito  que  no  llega  a
                  nuestras bocas.

                  Y yo

                  Te reconozco también, como si ya hubieses leído esta carta antes, como si
                  mis  manos  ya  hubiesen  dormido  entre  tus  cabellos,  te  reconozco  en  el
                  silencio que me das a beber de ti, para que pueda aprender a susurrar te
                  amo, así como lo haces tú cuando sabes que necesito de esas dos palabras

                  por sobre todas las cosas que puedas decirme.







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