Page 932 - HASTA MAYO
P. 932

Mis ojos se iluminan al verte y mi ser se emociona al escuchar tu voz, así es
                  mi querido amor. ¿Cuánto falta para que tus ojos se encuentren con los
                  míos? No lo sé, pero te siento tan cerca ahora mismo que el tiempo ya no
                  importa.


                  Estás  adherido  a  mi  alma,  si  doy  un  paso  entonces  tú  también  avanzas
                  conmigo. Cuánto bien me has hecho a lo largo del camino.


                  Te amo… ¡Cuánto te amo!


                  Mi amor, mi pedacito de cielo, cuánto añoro de tus labios un beso. Cuánto
                  quiero verte en este instante y decirte muchas cosas más, porque aún tengo
                  mucho por decirte, hay tanto aún detrás de esa frase, pero no me alcanzan
                  las palabras ¡Y es que no las hay!


                  Para  el  amor  no  existe  un  diccionario  ni  un  alfabeto,  ni  una  regla
                  ortográfica ni gramatical definida, y aun así tiene el maravilloso don de
                  comunicarse  en  todo  momento,  actúa  con  su  propia  lógica  y  posee  su
                  característica forma de expresión, sí, así es el amor.


                  ¿Cuáles son las palabras que necesito para hablarle a una célula de mi
                  cuerpo? ¿O al átomo, a un poro o tal vez a la sangre que corre por mis
                  venas?


                  No puedes agarrar a ninguno de ellos y hablarles esperando que entiendan
                  un lenguaje, unas palabras que tratan de explicar algo.


                  No puedes tomar la energía que rodea el cuerpo e intentar hablar con ella,
                  sin embargo, esas cosas existen, aunque tengan “un lenguaje propio”, así
                  es el corazón que no depende de un lenguaje porque él es autónomo, es capaz
                  de pensar, decidir y elegir a su antojo, además de ser capaz de comunicarse
                  en todos los niveles sin tanta dificultad.


                  Te amo, es lo único que podría decir porque no tengo la capacidad de
                  describir ni escribir, mucho menos traducir esto que dice mi corazón, esto
                  que grita tan alto y tan fuerte, esto que yo puedo entender pero que me es
                  imposible de expresar en palabras porque el lenguaje del amor, del corazón,
                  no está hecho para ser leído ni mucho menos para ser comunicado por la
                  mente, por eso mi mente no lo entiende y no puede traducirlo a palabras,
                  por  tanto,  las  verdaderas  “palabras”  del  corazón  no  pueden  ser

                  distorsionadas porque nadie puede transmitir en palabras lo que está hecho
                  sólo  para  ser  sentido  y  vivido  a  través  de  las  emociones,  aquello  que
                  denominamos sentimiento.




                                                                                                   932
   927   928   929   930   931   932   933   934   935   936   937