Page 979 - HASTA MAYO
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Amor  mío,  no  hay  prisa,  no  necesito  amarte  sin  descanso,  necesito
                  sencillamente  amarte  con  el  tiempo,  los  días  pasan  y  así  lo  siento;  van
                  pasando los meses desde nuestro juramento, pero aquí en el corazón y en el
                  pensamiento hace mucho más tiempo que te llevo dentro.


                  No hay prisa porque tiempo es lo que tengo, yo sabré esperarte hasta que la
                  vida nos regale el primer encuentro. Yo sabré amarte desde lo profundó de
                  mi cuerpo, donde permanece mi ternura, mi deseo y este temblor que se
                  apodera de mi cuerpo cuando sólo te traigo a mi pensamiento.


                  No  hay  prisa  precioso  amor,  cada  noche  alimentas  mi  pasión  cuando
                  alborotas mis sentidos al ver tu rostro con amor. Yo te necesito y aunque te
                  he tocado  en sueños, sé  esperarte  el  tiempo requerido para hacerte una
                  realidad amor eterno.


                  No hay prisa, pues mi amor es sincero, es la mejor vivencia que el cielo pone
                  en mis manos.


                  Como todo no puede ser perfecto, habrá obstáculos que se atraviesen como
                  derroteros, pero yo lo entiendo, será la prueba para darle fortaleza a este
                  amor nuestro.


                  Mi vida soy como la mariposa libre como el viento aferrado a esta tierra que
                  me da el sustento y si un día he de volar será para caer entre tus brazos.


                  No hay prisa y así lo siento, he de amarte toda una vida si tú me llevas en tu
                  cuerpo arrugadita en tu corazón para llenarte la vida de contento.


                  Cada día el amor es nuevo, con sueños diferentes que renuevan nuestro
                  aliento, con nuevas ilusiones por vivir lo nuestro y nuevas sensaciones de
                  desearnos por completo.


                  Te amo, es lo primero que te digo mientras te dejo un beso, te miro y no te
                  tengo,  pero  aquí  en  este  corazón  algo  me  da  un  vuelco:  eres  tú  que  te
                  acomodas para decirme, ¡aquí estoy de nuevo!


                  Viajas por mi sangre, mi fibra y mis huesos, eres la esencia que a mi vida da
                  sustento.


                  Te adoro y soy feliz así, ya no hay prisa porque alimento este deseo de poder

                  besarte, con ternura a paso lento, de arrojarme entre tus brazos, de rozar tu
                  piel y fundirme de placer entre tu cuerpo.






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