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38www.i-am-magazine.comEn este tiempo he comprendido que ense%u00f1ar noes solo una acci%u00f3n profesional, sino tambi%u00e9n unacto profundamente humano.Estoy convencida de que no se nace con lavocaci%u00f3n de ser docente, o al menos as%u00ed sucedi%u00f3en mi caso. Mi encuentro con la formaci%u00f3n lleg%u00f3de la mano de una propuesta retadora queacept%u00e9 sabiendo que ser%u00eda un gran desaf%u00edo.Nunca imagin%u00e9 que me dedicar%u00eda a esta noble ydif%u00edcil labor al comenzar mi cuarta d%u00e9cada eneste mundo. No estaba en mis planes, pero lavida tiene formas inesperadas de revelarte tuprop%u00f3sito. Y cuando lo encuentras, lo sabes.Sin lugar a duda, considero que educar es unacto de amor, de sacrificio, pero sobre todo demucha responsabilidad. Te conviertes en unreferente para los estudiantes, y eso me hacepensar que cada palabra que sale de mi mentey de mi boca debe ser siempre para construir,para formar, para crear mejores seres humanos.No se trata solo de formar profesionales, sinode formar personas conscientes, cr%u00edticas,emp%u00e1ticas. Y esa tarea requiere mucho m%u00e1s queconocimiento acad%u00e9mico: requiere entrega,paciencia, sensibilidad y coherencia.Educar es la %u00fanica profesi%u00f3n que crea todas lasdem%u00e1s. Como una madre que da a luz a sushijos, cada uno con sus propios gustos,habilidades y destrezas. Y es all%u00ed, en ese espaciodonde confluyen tantas realidades distintas,donde se descubren grandes mujeres y hombresque luego nos permiten vivir esa poderosafrase: el alumno super%u00f3 al maestro. Y cr%u00e9anme,esa sensaci%u00f3n es la mejor del mundo. Saber quehiciste un gran trabajo, que fuiste parte de unatransformaci%u00f3n. Porque sin educaci%u00f3n no haycambio, no hay futuro posible.