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436 alto? Seguramente no el que dijo: “El que esté libre de pecado que tire la
437 primera piedra”.
438 Quisiera sugerirle a toda persona que culpe al duque de Windsor por el hecho
439 de que su DESEO fuera el AMOR, por haber declarado públicamente su amor
440 por Wallis Simpson y por haber abdicado el trono por ella, que la
441 DECLARACIÓN PÚBLICA no era esencial. Podría haber seguido la
442 costumbre de los enlaces clandestinos que han prevalecido en Europa durante
443 siglos, sin renunciar a su trono ni a la mujer de sus deseos y NO HABRÍA
444 HABIDO NINGUNA QUEJA DE LA IGLESIA NI DEL LAICADO. Pero
445 este hombre inusual estaba hecho de una materia más resistente. Su amor era
446 puro, profundo y sincero. Representaba la única cosa que realmente deseaba
447 por encima de TODO LO DEMÁS, por lo tanto, ELIGIÓ lo que quería y pagó
448 el precio que ello exigía.
449 Si Europa hubiera gozado de más gobernantes con un corazón tan humano y
450 unos rasgos tan honrados como los del rey Eduardo, este hemisferio
451 desafortunado que ahora patalea de avaricia, odio, codicia, conveniencias
452 políticas y amenazas de guerra, habría tenido una HISTORIA DISTINTA Y
453 MEJOR QUE CONTAR. Una historia en la que el Amor, y no el Odio, habría
454 dominado.
455 En palabras de Stuart Austin Wier, alzamos nuestra copa y brindamos por el
456 Rey Eduardo VIII y Wallis Simpson: “Bendito es el hombre que ha logrado
457 saber que nuestros pensamientos mudos son nuestros pensamientos más
458 dulces. Bendito es el hombre que, desde las profundidades más oscuras, puede
459 ver la luminosa figura del AMOR, y mientras ve, canta; y mientras canta, dice:
460 “mucho más dulces que poemas recitados son mis pensamientos hacia ti”.
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