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261 Las páginas de la historia están repletas de registros de grandes líderes cuyos
262 logros pueden basarse directamente en la influencia de mujeres que
263 despertaron en sus mentes las facultades creativas, por medio de la
264 estimulación del deseo sexual. Napoleón Bonaparte fue uno de ellos.
265 Cuando lo inspiró su primera mujer, Josephine, fue irresistible e invencible.
266 Cuando su “mejor juicio” o facultad de razonamiento lo impulsó a dejar a un
267 lado a Josephine, empezó a declinar. Su derrota y Santa Helena no estaban
268 muy lejos.
269 Si el buen gusto nos lo permitiera, podríamos fácilmente mencionar los
270 resultados de personas, bien conocidas para los estadounidenses, que
271 escalaron a grandes alturas del logro bajo la influencia estimulante de sus
272 esposas sólo para luego descender a la destrucción DESPUÉS de que se les
273 hubiera subido a la cabeza el dinero y el poder y hubieran descartado a sus
274 esposas por otras mujeres.
275 Napoleón no fue el único hombre que descubrió que la influencia sexual
276 procedente de la fuente correcta es más poderosa que cualquier sustituto de
277 conveniencia, que pueda crearse por el simple razonamiento.
278 ¡La mente humana responde a estímulos! Entre los más importantes y
279 poderosos está el impulso sexual. Cuando se domina y trasmuta, la fuerza
280 motriz es capaz de alzar a las personas a una esfera superior de pensamiento
281 que les permite dominar las fuentes de preocupación y fastidios insignificantes
282 que rodean su sendero en el plano inferior.
283 Desafortunadamente, sólo los genios han hecho este descubrimiento. Otros
284 han aceptado la experiencia del impulso sexual sin descubrir una de sus
285 posibilidades más importantes: un hecho que explica el gran número de
286 “otros” en comparación con el limitado número de genios.
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