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ISAÍAS 47:4–48:1                                           1180
                  a
       venganza y  no perdonaré a nin-  te imaginas vendrá de repente
       gún hombre.                      sobre ti.
         4 Nuestro Redentor, Jehová      12 Persiste, pues, en tus encan-
       de los ejércitos es su nombre, el   tamientos y en la multitud de
       Santo de Israel.                 tus hechicerías, en las cuales te
                             a
         5 Siéntate en silencio y  entra en   fatigaste desde tu juventud; quizá
       las tinieblas, hija de los caldeos,   sacarás provecho; quizá provo-
       porque nunca más te llamarán     carás temor.
       señora de reinos.                 13 Te has fatigado en la multi-
         6 Me enojé contra mi pueblo,   tud de tus consejos. Que se pon-
                               a
       profané mi heredad y los  entre-  gan de pie y que te defiendan
       gué en tus manos; no les tuviste   los astrólogos, los que observan
                                                    a
       misericordia; sobre el anciano   las estrellas,  los que cuentan los
       agravaste mucho tu yugo.         meses, para pronosticar lo que
                                  a
         7 Y dijiste: Para siempre seré  se-  vendrá sobre ti.
       ñora; y no pusiste esto en tu cora-  14 He aquí que serán como  ras-
                                                                  a
       zón ni te acordaste de tu final.  trojo; el fuego los quemará; no
         8 Oye, pues, ahora esto, vo-   salvarán sus vidas del poder de
       luptuosa, tú que estás sentada   la llama; no quedará brasa para
       confiadamente, que dices en tu    calentarse ni lumbre ante la cual
       corazón: Yo soy, y fuera de mí   sentarse.
       no hay más; no quedaré  viuda     15 Así te serán aquellos con
                               a
             b
       ni me  quedaré sin hijos.        quienes has trabajado, que han
         9 Estas dos cosas te vendrán de   comerciado contigo desde tu ju-
       repente, en un mismo día: pérdida   ventud; cada uno irá por su ca-
                       a
       de hijos y viudez.  En toda su per-  mino; no habrá quien te salve.
       fección vendrán sobre ti, por la
       multitud de tus hechicerías y por
       tus muchos encantamientos.               CAPÍTULO 48
         10 Porque te confiaste en tu mal-
                            a
       dad, diciendo: Nadie  me ve. Tu   Jehová revela Sus propósitos a Is-
       sabiduría y tu mismo conoci-     rael — Israel ha sido escogido en
       miento te engañaron, y dijiste   el horno de la aflicción y ha de sa-
       en tu corazón: Yo, y nadie más.  lir de Babilonia — Compárese con
         11 Vendrá, pues, sobre ti un mal   1 Nefi 20.
       cuyo origen no sabrás; caerá so-
       bre ti un desastre que no podrás   OÍD esto, oh casa de Jacob, que
                   a
       evitar; y una  destrucción que no   os llamáis del nombre de Israel,
          3 a Es decir, no nego-  7 a Apoc. 18:2–10.  11 a DyC 112:24–25;
             ciaré ni transigiré en   8 a Lam. 1:1.     JS—H 1:45.
             este asunto.        b Es decir, Babilonia   13 a Es decir, aquellos que
          5 a Es decir, te vas al   será despoblada y el   durante la luna llena
             exilio.              rey será destruido.   predecían lo que
          6 a Es decir, se predice el   9 a O sea, en su   pasaría en ese mes.
             cautiverio babiló-   plenitud.          14 a Mal. 4:1.
             nico de Israel.   10 a Ezeq. 9:9.
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