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MIQUEAS 7:1–14                                             1464
       la casa de Acab; y en los consejos   en compañero; de la que duerme
       de ellos anduvisteis, para que yo   a tu lado, cuídate de abrir tu
       te entregase a la desolación, y a   boca.
       tus moradores a la burla. Lleva-  6 Porque el hijo deshonra al pa-
                        b
       réis, por tanto, el  oprobio de mi   dre, la hija se levanta contra la
       pueblo.                          madre, la nuera contra su suegra,
                                        y los enemigos del hombre son
                                                        a
                                        los de su propia  casa.
                CAPÍTULO 7               7 Pero yo acudiré a Jehová; es-
                                        peraré al Dios de mi salvación;
       Aunque el pueblo de Israel se ha   el Dios mío  me oirá.
                                                   a
       rebelado, en los últimos días Je-  8 Tú, enemiga mía, no te alegres
       hová tendrá misericordia de él —   de mí, porque aunque caí, he de
                                                                   a
       Tendrá compasión y perdonará sus   levantarme; aunque more en  ti-
       iniquidades.                     nieblas, Jehová será mi  luz.
                                                              b
                                         9 La ira de Jehová soportaré,
       ¡AY de mí!, porque he venido a   porque pequé contra él, hasta
       ser como cuando han recogido los   que juzgue mi causa y me haga
       frutos del verano, como cuando   justicia. Él me sacará a la luz; veré
       han rebuscado después de la ven-  su justicia.
       dimia y no queda racimo para co-  10 Y mi enemiga lo verá y se cu-
       mer; mi alma deseó los primeros   brirá de vergüenza, la que me de-
       frutos.                          cía: ¿Dónde está Jehová tu Dios?
                                                                  a
         2 Ha desaparecido el miseri-   Mis ojos la verán; ahora será  ho-
       cordioso de la tierra, y ninguno   llada como el lodo de las calles.
       hay recto entre los hombres; to-  11 El día en que se reedifiquen
       dos acechan para derramar san-   tus muros, aquel día se extende-
       gre; cada cual tiende red a su   rán los límites.
       hermano.                          12 En ese día  vendrán hasta ti
                                                      a
         3 Para completar la maldad con   desde Asiria y desde las ciudades
       sus manos, el príncipe exige, y el   de Egipto, y desde Egipto hasta el
       juez juzga por recompensa; y el   Río, y de mar a mar y de monte
       poderoso habla según el capricho   a monte.
       de su alma, y juntos lo traman.   13 Y la tierra será asolada a
         4 El mejor de ellos es como el   causa de sus moradores, por el
       espino; el más recto, peor que el   fruto de sus obras.
       zarzal; el día de tus atalayas y   14 Apacienta a tu pueblo con tu
       de tu castigo viene; ahora será   cayado, el rebaño de tu heredad,
       su confusión.                    que mora solitario en el bosque,
         5 No creáis en amigo ni confiéis   a  en medio del Carmelo; que se

          16 b Jer. 24:9–10.      espirituales.         DyC 101:13.
       7  6 a Mateo 10:35–36.    b GEE Luz, luz de   14 a O sea, en medio de
          7 a Sal. 4:1, 3.        Cristo.               un campo fértil.
             GEE Oración.      10 a Mal. 4:3.
          8 a GEE Tinieblas    12 a Neh. 1:9;
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