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LUCAS 19:31–20:1                                           1654
       enfrente, y al entrar en ella, ha-  42 diciendo: ¡Oh, si también tú
       llaréis un pollino atado en el que   hubieras sabido, al menos en éste
       ningún hombre ha montado ja-     tu día, lo que es para tu paz! Pero
       más; desatadlo y traedlo.        ahora está encubierto a tus ojos.
         31 Y si alguien os pregunta: ¿Por   43 Porque vendrán días sobre ti
                                                  a
       qué lo desatáis?, le responderéis   en que tus  enemigos te cercarán
                                                         b
       así: Porque el Señor lo necesita.  con baluarte, y te  sitiarán y por
         32  Y fueron los que habían    todas partes te acosarán,
       sido enviados y hallaron como     44 y te derribarán a tierra, y a
       les dijo.                        tus hijos dentro de ti; y no deja-
         33 Y cuando desataban ellos el   rán en ti  piedra sobre piedra, por
                                                a
       pollino, sus dueños les dijeron:   cuanto no conociste el tiempo de
       ¿Por qué desatáis el pollino?    tu visitación.
         34 Y ellos dijeron: Porque el    45 Y entrando en el templo,
       Señor lo necesita.               comenzó a echar fuera a todos
         35 Y lo trajeron a Jesús; y ha-  los que vendían y compraban
       biendo echado sus mantos sobre   en él,
          a
       el  pollino, subieron a Jesús en-  46 diciéndoles: Escrito está: Mi
       cima de aquél.                   casa es casa de oración; pero vo-
                                                             a
         36 Y yendo él, tendían sus man-  sotros la habéis hecho  cueva de
       tos por el camino.               ladrones.
         37 Y cuando llegaban ya cerca   47 Y enseñaba cada día en el
       de la bajada del monte de los Oli-  templo; mas los principales
       vos, toda la multitud de los dis-  sacerdotes, y los escribas y los
       cípulos, regocijándose, comenzó   principales del pueblo procura-
       a alabar a Dios a gran voz por   ban matarle.
       todas las maravillas que habían   48 Y no hallaban qué hacerle,
       visto,                           porque todo el pueblo estaba
         38 diciendo: ¡ Bendito el Rey   pendiente de él, oyéndole.
                      a
       que viene en el nombre del Se-
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       ñor; paz en el cielo y  gloria en
       las alturas!                             CAPÍTULO 20
         39 Entonces, algunos de los fa-
       riseos de entre la multitud le di-  Los principales sacerdotes se oponen
       jeron: Maestro, reprende a tus   a Jesús — Él enseña la parábola de
       discípulos.                      los labradores malvados — Dad a
         40 Y él, respondiendo, les dijo:   César lo que es de César y a Dios
       Os digo que si éstos callaran, las   lo que es de Dios — Enseña la ley
       a  piedras clamarían.            del matrimonio.
         41 Y cuando llegó cerca de la
       ciudad,  al verla,  lloró por ella,  Y ACONTECIÓ un día que,
                        b
               a
          35 a Zac. 9:9.       41 a Lucas 13:34–35.  44 a Mateo 24:1–51;
          38 a Mateo 21:9.       b Moisés 7:28–37.      JS—M 1:1–55.
           b GEE Hosanna.      43 a Lucas 21:20–24.  46 a Isa. 56:7.
          40 a Moisés 7:48.      b Deut. 28:48–53.
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