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1753 HECHOS 16:16–33
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en mi casa y quedaos; y nos mandato, los metió en el calabozo
persuadió. de más adentro y les aseguró los
16 Y aconteció que, yendo noso- pies en el cepo.
a
tros al lugar de oración, nos salió 25 Pero a medianoche, orando
b
al encuentro una muchacha que Pablo y Silas, cantaban himnos
tenía espíritu de adivinación, la a Dios; y los que estaban presos
que daba gran ganancia a sus los oían.
amos, adivinando. 26 Entonces sobrevino de re-
a
17 Ésta, siguiendo a Pablo y a pente un gran terremoto, de tal
nosotros, daba voces, diciendo: manera que los cimientos de la
¡Estos hombres son siervos del cárcel se sacudieron; y al ins-
a
Dios Altísimo, quienes os anun- tante todas las puertas se abrie-
cian el camino de salvación! ron, y las cadenas de todos se
18 Y hacía esto durante muchos soltaron.
días, hasta que, desagradando a 27 Y al despertar el carcelero
a
Pablo, éste se volvió y dijo al es- y ver abiertas las puertas de la
píritu: ¡Te mando en el nombre cárcel, sacó su espada y se quería
de Jesucristo que salgas de ella! Y matar, pensando que los presos
salió en aquella misma hora. habían huido.
19 Pero viendo sus amos que 28 Pero Pablo clamó a gran
había salido la esperanza de su voz, diciendo: No te hagas nin-
ganancia, prendieron a Pablo y a gún mal, porque todos estamos
Silas, y los llevaron al foro, ante aquí.
las autoridades; 29 Él entonces, pidiendo luz,
20 los presentaron ante los ma- entró precipitadamente, y tem-
gistrados y dijeron: Estos hom- blando, se postró a los pies de
bres, siendo judíos, alborotan Pablo y de Silas;
nuestra ciudad 30 y los sacó fuera y les dijo:
21 y enseñan costumbres que Señores, ¿qué debo hacer para
a
no nos es lícito recibir ni hacer, ser salvo?
pues somos romanos. 31 Y ellos dijeron: Cree en el
a
22 Entonces se agolpó el pueblo Señor Jesucristo, y serás salvo
contra ellos; y los magistrados, tú y tu casa.
rasgándoles sus ropas, les man- 32 Y le hablaron la palabra del
daron azotar con varas. Señor, a él y a todos los que es-
23 Y después que los hubieron taban en su casa.
herido con muchos azotes, los 33 Él, tomándolos en aquella
echaron en la cárcel, mandando misma hora de la noche, les lavó
al carcelero que los vigilase con las heridas de los azotes; y se
diligencia. bautizó en seguida, él y todos
24 El que, al recibir este los suyos.
15 a 1 Tim. 5:10. 22 a 2 Cor. 11:23–27. Alma 14:27–28;
17 a Stg. 2:19. 25 a Sal. 119:62. 4 Ne. 1:30.
18 a GEE Espíritu— b GEE Cantar. 30 a GEE Salvación.
Espíritus inmundos. 26 a Hech. 5:15–20;