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1765                                          HECHOS 21:33–22:10
         33 Entonces llegando el  tribuno,   VARONES hermanos y padres, oíd
                              a
       le prendió y le mandó atar con   ahora mi defensa ante vosotros.
       dos cadenas, y preguntó quién     2 (Y al oír que les hablaba en
       era y qué había hecho.           lengua hebrea, guardaron más
         34 Y entre la multitud, unos gri-  silencio.) Y él les dijo:
       taban una cosa, y otros otra; y   3 Yo de cierto soy judío, nacido
       como no podía entender nada con   en Tarso de Cilicia, pero criado
                                                                  a
       claridad a causa del alboroto, le   en esta ciudad a los pies de  Ga-
       mandó llevar a la fortaleza.     maliel, instruido estrictamente
                                                      b
         35 Al llegar a las gradas, acon-  conforme a la  ley de nuestros
       teció que fue llevado en peso por   padres, celoso de Dios, como to-
       los soldados a causa de la violen-  dos vosotros lo sois hoy.
       cia del pueblo;                   4  Perseguía yo este camino
                                           a
         36 porque la multitud del pueblo   hasta la muerte, prendiendo y
       venía detrás, gritando: ¡Muera!  entregando en cárceles a hombres
         37 Y cuando comenzaron a me-   y a mujeres,
       ter a Pablo en la fortaleza, dijo al   5 como también el sumo sacer-
       tribuno: ¿Se me permite decirte   dote me es testigo y todos los an-
       algo? Y él dijo: ¿Sabes griego?  cianos, de quienes también recibí
         38 ¿No eres tú aquel egipcio   cartas para los hermanos, e iba a
       que levantó una sedición antes   Damasco para traer presos a Je-
       de estos días y sacó al desierto   rusalén aun a los que estuviesen
       cuatro mil sicarios?             allí, para que fuesen castigados.
         39 Entonces dijo Pablo: Yo de   6 Pero aconteció que yendo yo,
                         a
       cierto soy hombre  judío, ciuda-  al llegar cerca de Damasco, como
       dano de Tarso, ciudad no insigni-  a mediodía, de repente me rodeó
       ficante de Cilicia; y te ruego que   mucha luz del cielo;
       me permitas hablar al pueblo.     7 y caí al suelo y oí una voz que
                                                 a
         40 Y cuando él se lo permitió, Pa-  me decía:  Saulo, Saulo, ¿por qué
       blo, estando de pie en las gradas,   me persigues?
       hizo señal con la mano al pueblo.   8 Yo entonces respondí: ¿Quién
       Y hecho gran silencio, habló en   eres, Señor? Y me dijo: Yo soy
       lengua  hebrea, diciendo:        Jesús de Nazaret, a quién tú
              a
                                        persigues.
                                         9 Y los que estaban conmigo
                CAPÍTULO 22             vieron en verdad la luz y se es-
                                        pantaron, pero no oyeron la voz
       Pablo relata la historia de su conver-  del que hablaba conmigo.
       sión y además declara haber visto a   10 Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el
       Jesús en una visión — Se le conce-  Señor me dijo: Levántate y ve a
       den algunos privilegios como ciu-  Damasco, y allí se te dirá todo lo
       dadano romano.                   que te está señalado hacer.

          33 a Hech. 24:7.   22 3 a GEE Gamaliel.       1 Tim. 1:13.
          39 a GEE Judíos.       b Hech. 26:5.       7 a Hech. 9:1–9.
          40 a GEE Hebreo.      4 a Hech. 26:10;
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