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381                                                JOSUÉ 8:20–33
         20 Y cuando los de la ciudad de   ciudad, conforme a la palabra que
       Hai miraron atrás, observaron,   Jehová había mandado a Josué.
       y he aquí, el humo de la ciudad   28 Y Josué quemó Hai y la re-
                                             a
       que subía al cielo, y no pudieron   dujo  a un montón perpetuo de
       huir ni a una parte ni a otra; y el   ruinas, asolada hasta hoy.
       pueblo que iba huyendo hacia el   29 Y al rey de Hai lo colgó de
       desierto se volvió contra los que   un madero hasta caer la tarde;
       los perseguían.                  y cuando el sol se puso, mandó
         21 Josué y todo Israel, viendo   Josué que quitasen su cuerpo del
       que los de la emboscada habían   madero y lo echasen a la puerta
       tomado la ciudad, y que el humo   de la ciudad; y levantaron sobre
       de la ciudad subía, se volvieron,   él un gran montón de piedras,
       e hirieron a los de Hai.         que permanece hasta hoy.
         22 Y los otros salieron de la ciu-  30 Entonces Josué edificó un
       dad a su encuentro, y así queda-  altar a Jehová Dios de Israel en
       ron atrapados en medio de Israel,   el monte Ebal,
       los unos por un lado, y los otros   31 como Moisés, siervo de Je-
       por el otro. Y los hirieron hasta   hová, lo había mandado a los
       que no quedó ninguno de ellos    hijos de Israel, como está escrito
       que escapase.                    en el libro de la ley de Moisés:
                                           a
         23 Y tomaron vivo al rey de Hai,   un  altar de piedras enteras so-
       y lo llevaron ante Josué.        bre las cuales nadie alzó hierro;
         24 Y cuando los israelitas aca-  y ofrecieron sobre él holocaustos
       baron de matar a todos los mo-   a Jehová, y sacrificaron ofrendas
       radores de Hai en el campo, en   de paz.
                                                     a
       el desierto, a donde ellos los ha-  32 También  escribió allí sobre
       bían perseguido, y que todos     las piedras una copia de la ley de
       habían caído a filo de espada     Moisés, la cual él había escrito
       hasta ser consumidos, todos      delante de los hijos de Israel.
       los israelitas regresaron a Hai,   33 Y todo Israel, con sus ancia-
       y también la hirieron a filo de    nos, y sus oficiales, y sus jueces,
       espada.                          estaban de pie a uno y otro lado
         25 Y el número de los que ca-  del arca, delante de los sacerdo-
       yeron aquel día, hombres y mu-   tes levitas que llevaban el arca
       jeres, fue de doce mil, todos los   del convenio de Jehová, tanto
       de Hai.                          extranjeros como naturales; la mi-
         26 Y Josué no retrajo su mano   tad de ellos estaba hacia el monte
       que había extendido con la lanza,   a  Gerizim, y la otra mitad hacia
                 a
       hasta que  hubo destruido a to-  el monte Ebal, tal como Moisés,
       dos los moradores de Hai.        siervo de Jehová, lo había man-
         27 Y los israelitas tomaron para   dado antes, para que bendijesen
       sí las bestias y los despojos de la   al pueblo de Israel.

          26 a 1 Ne. 17:33–35.  31 a Deut. 27:1–8. Altar   32 a GEE Escrituras.
          28 a HEB a ruinas, a un   de piedras no labra-  33 a Deut. 11:29;
             montón de ruinas.    das. GEE Altar.       27:12–13.
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