Page 520 - Santa Biblia
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1 SAMUEL 26:4–18                                            506
         4 David, por tanto, envió espías   mi mano contra el ungido de Je-
       y supo con certeza que Saúl ha-  hová; pero toma ahora la lanza
       bía venido.                      que está a su cabecera y la botija
         5 Y se levantó David y fue al si-  de agua, y vámonos.
       tio donde Saúl había acampado;    12 Se llevó, pues, David la lanza
       y miró David el lugar donde dor-  y la botija de agua de la cabecera
       mían Saúl y Abner hijo de Ner,   de Saúl, y se fueron; y no hubo
       general de su ejército. Y estaba   nadie que viese, ni entendiese ni
       Saúl durmiendo en el centro del   se despertase, pues todos dor-
       campamento, y el pueblo estaba   mían, porque un profundo sueño
       acampado alrededor de él.        enviado por Jehová había caído
         6 Entonces habló David y pre-  sobre ellos.
       guntó a Ahimelec, el heteo, y a   13 Y pasó David al otro lado y
       Abisai hijo de Sarvia, hermano   se puso en la cumbre del monte,
       de Joab, diciendo: ¿Quién descen-  habiendo gran distancia entre
       derá conmigo adonde está Saúl    ellos;
       en el campamento? Y dijo Abisai:   14 y dio voces David a la gente
       Yo descenderé contigo.           y a Abner hijo de Ner, diciendo:
         7 David, pues, y Abisai fue-   ¿No respondes, Abner? Entonces
       ron al campamento de noche,      Abner respondió y dijo: ¿Quién
       y he aquí que Saúl estaba ten-   eres tú que das voces al rey?
       dido durmiendo en el centro del   15 Y dijo David a Abner: ¿No
       campamento, y su lanza clavada   eres tú un hombre? ¿Y quién hay
       en tierra a su cabecera; y Abner   como tú en Israel? ¿Por qué, pues,
       y su gente estaban tendidos al-  no has guardado al rey tu señor?
       rededor de él.                   Porque ha entrado uno del pue-
         8 Entonces dijo Abisai a David:   blo a matar a tu señor el rey.
       Hoy Dios ha entregado a tu ene-   16 Esto que has hecho no está
       migo en tus manos; ahora pues,   bien. Vive Jehová, que sois dig-
       déjame herirlo con la lanza; lo   nos de muerte, porque no habéis
       clavaré en la tierra de un golpe,   guardado a vuestro señor, al un-
       y no tendré que darle un segundo   gido de Jehová. Mira pues, ahora,
       golpe.                           dónde está la lanza del rey y la
         9 Y David respondió a Abisai:   botija de agua que estaba a su
       No le mates, porque,  ¿quién ex-  cabecera.
                           a
       tenderá su mano contra el ungido   17 Y reconoció Saúl la voz de
       de Jehová y será inocente?       David y dijo: ¿No es ésta tu voz,
         10 Dijo además David: Vive Je-  David, hijo mío? Y David respon-
       hová, que Jehová lo herirá, ya   dió: Mi voz es, rey y señor mío.
       sea que llegue su día para que    18 Y dijo: ¿Por qué persigue
       a  muera, o que descienda en ba-  así mi señor a su siervo? ¿Qué
       talla y perezca.                 he hecho? ¿Qué mal hay en mi
         11 Guárdeme Jehová de extender   mano?

       26 9 a 1 Sam. 24:10.     10 a 1 Sam. 31:5.
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