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609                                             1 REYES 20:24–35
       de los montes, por eso eran más   ciudad de Afec, pero el muro
       fuertes que nosotros; pero si pe-  cayó sobre los veintisiete mil
       leamos con ellos en la llanura,   hombres que habían quedado.
       sin duda seremos más fuertes     También Ben-adad llegó huyendo
       que ellos.                       a la ciudad y se escondió en un
         24 Haz, pues, así: Saca a cada   aposento interior.
       uno de los reyes de su puesto, y   31 Entonces sus siervos le di-
       pon capitanes en lugar de ellos.  jeron: He aquí, hemos oído que
         25 Y tú fórmate otro ejército   los reyes de la casa de Israel son
       como el ejército que perdiste,   reyes clementes; pongamos, pues,
                                              a
       caballo por caballo, y carro por   ahora  cilicio en nuestros lomos y
       carro; entonces pelearemos contra   b  sogas en nuestras cabezas, y va-
       ellos en campo raso, y sin duda   yamos ante el rey de Israel, a ver
       seremos más fuertes que ellos. Y   si por ventura te salva la vida.
       él les escuchó y lo hizo así.     32 Ciñeron, pues, sus lomos de
         26 Y sucedió que pasado un año,   cilicio y sogas en sus cabezas, y se
       Ben-adad pasó revista a los sirios   presentaron ante el rey de Israel
       y subió a Afec para pelear con-  y le dijeron: Tu siervo Ben-adad
       tra Israel.                      dice: Te ruego que me perdones
         27 Y también a los hijos de Is-  la vida. Y él respondió: Si él vive
       rael pasaron revista, y, tomando   aún, mi hermano es.
       provisiones, les salieron al en-  33 Esto tomaron aquellos hom-
       cuentro; y acamparon los hijos   bres por buen augurio, y se apre-
       de Israel delante de ellos como   suraron a tomar la palabra de su
       dos rebañuelos de cabras, pero   boca y dijeron: ¡Tu hermano es
       los sirios llenaban la tierra.   Ben-adad! Y él dijo: Id y traedle.
         28 Entonces un hombre de Dios   Ben-adad entonces se presentó
       se acercó al rey de Israel y le ha-  ante Acab, y éste le hizo subir
       bló, diciendo: Así dice Jehová:   en un carro.
       Por cuanto los sirios han dicho:   34 Y le dijo Ben-adad: Las ciuda-
       Jehová es Dios de los montes y no   des que mi padre tomó al tuyo,
                                                             a
       Dios de los valles, yo entregaré   yo las restituiré; y haz  plazas en
       a toda esta gran multitud en tus   Damasco para ti, como mi padre
       manos, para que sepáis que yo    las hizo en Samaria. Y yo, dijo
                                                                b
       soy Jehová.                      Acab, te dejaré ir con este  pacto.
         29 Siete días estuvieron acam-  Hizo, pues, un pacto con él y le
       pados los unos frente a los otros,   dejó ir.
       y al séptimo día se dio la batalla;   35 Entonces un hombre de los
       y los hijos de Israel mataron de   a  hijos de los profetas dijo a su
       los sirios en un solo día a cien mil   compañero por palabra de Dios:
       hombres de a pie.                Hiéreme ahora. Pero el otro hom-
         30 Los demás huyeron a la      bre no quiso herirle.

          31 a El cilicio era una    humildad y sumi-   comerciales, bazares.
             señal de luto.       sión total.         b GEE Juramento.
           b Es decir, señal de   34 a Es decir, centros   35 a 2 Rey. 2:3, 5, 7, 15.
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