Page 665 - Santa Biblia
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651                                            2 REYES 18:26–19:1
       ha dicho: Sube a esta tierra, y   33 ¿Acaso alguno de los dio-
       destrúyela.                      ses de las naciones ha librado
         26 Entonces Eliaquim hijo de   su tierra de la mano del rey de
       Hilcías, y Sebna y Joa dijeron al   Asiria?
       Rabsaces: Te rogamos que hables   34 ¿Dónde están los dioses de
       a tus siervos en la lengua de los   Hamat y de Arfad? ¿Dónde están
       sirios, porque nosotros la enten-  los dioses de Sefarvaim, de Hena
       demos, y no hables con noso-     y de Iva? ¿Pudieron éstos librar
       tros en la lengua de los judíos a   a Samaria de mi mano?
       oídos del pueblo que está sobre   35 ¿Quién de entre todos los
       el muro.                         dioses de las provincias ha li-
         27 Y el Rabsaces les dijo: ¿Me ha   brado a su provincia de mi mano,
       enviado mi señor sólo para decir   para que libre Jehová de mi mano
       estas palabras a ti y a tu señor, y   a Jerusalén?
       no a los hombres que están sobre   36 Pero el pueblo calló y no le
       el muro, quienes, como vosotros,   respondió ni una palabra, por-
       han de comer su propio estiércol   que el rey había mandado: No
       y beber su propia orina?         le respondáis.
         28 Entonces se puso de pie el   37 Entonces Eliaquim hijo de
       Rabsaces y clamó a gran voz en   Hilcías, que estaba a cargo de la
       la lengua de los judíos, y habló,   casa, y Sebna, el escriba, y Joa
       diciendo: ¡Oíd la palabra del gran   hijo de Asaf, el cronista, fueron
       rey, el rey de Asiria!           a Ezequías, con sus vestidos ras-
         29 Así ha dicho el rey: No os   gados, y le dijeron las palabras
       engañe Ezequías, porque no os    del Rabsaces.
       podrá librar de mi mano.
         30 Y no os haga Ezequías confiar
       en Jehová, diciendo: Ciertamente         CAPÍTULO 19
       nos librará Jehová, y esta ciudad
       no será entregada en manos del   Ezequías busca consejo de Isaías
       rey de Asiria.                   para salvar a Jerusalén — Isaías
         31 No escuchéis a Ezequías, por-  profetiza la derrota de los asirios
       que así dice el rey de Asiria: Ha-  y la muerte de Senaquerib —
       ced conmigo la paz y rendíos a   Ezequías ruega suplicando libe-
       mí, y cada uno comerá de su vid y   ración — Senaquerib envía una
       de su higuera, y cada uno beberá   carta blasfema — Isaías profetiza
       las aguas de su pozo,            que los asirios serán destruidos y
         32 hasta que yo venga y os lleve   que un remanente de Judá flore-
       a una tierra como la vuestra, tie-  cerá — Un ángel mata a ciento
       rra de grano y de vino, tierra de   ochenta y cinco mil asirios — Se-
       pan y de viñas, tierra de olivas,   naquerib muere a manos de sus
       de aceite y de miel. Y viviréis y   hijos.
       no moriréis. No escuchéis a Eze-
       quías, porque os engaña cuando   Y ACONTECIÓ que cuando el
       dice: Jehová nos librará.        rey Ezequías lo oyó, rasgó sus
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