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797 NEHEMÍAS 4:16–5:7
16 Y sucedió que desde aquel CAPÍTULO 5
día, la mitad de mis jóvenes tra-
bajaba en la obra, y la otra mitad Muchos judíos se encuentran en
de ellos portaba lanzas, escudos, servidumbre bajo el dominio de sus
y arcos y corazas; y detrás de hermanos — Bajo la dirección de
ellos estaban los jefes de toda la Nehemías, ellos son liberados, sus
casa de Judá. tierras les son devueltas y la usura
17 Los que edificaban en el es abolida.
muro, y los que acarreaban y los
que cargaban, con una mano tra- Y HUBO gran clamor del pueblo
bajaban en la obra y con la otra y de sus esposas contra sus her-
sostenían un arma. manos judíos.
18 Porque los que edificaban, 2 Y había quienes decían: No-
cada uno tenía su espada ceñida sotros, nuestros hijos y nuestras
a sus lomos, y así edificaban; y hijas, somos muchos; por tanto,
el que tocaba la trompeta estaba obtengamos grano para comer
junto a mí. y vivir.
19 Y dije a los nobles, y a los 3 Y había quienes decían: He-
oficiales y al resto del pueblo: mos empeñado nuestras tierras,
La obra es grande y extensa, y y nuestras viñas y nuestras casas,
nosotros estamos apartados en para conseguir grano a causa del
el muro, lejos los unos de los hambre.
otros. 4 Y había quienes decían: He-
a
20 En el lugar donde oigáis el mos tomado prestado dinero
sonido de la trompeta, reuníos para el tributo del rey sobre nues-
allí con nosotros; nuestro Dios tras tierras y viñas.
peleará por nosotros. 5 Ahora bien, nuestra carne es
21 Nosotros, pues, trabajába- como la carne de nuestros her-
mos en la obra; y la mitad de manos, nuestros hijos como sus
ellos portaban lanzas desde la hijos; y he aquí que nosotros so-
subida del alba hasta que salían metemos a nuestros hijos y a
las estrellas. nuestras hijas a servidumbre, y
22 También dije entonces al hay algunas de nuestras hijas que
pueblo: Cada uno con su criado ya son esclavas; y no hay facultad
permanezca dentro de Jerusalén, en nuestras manos para resca-
para que de noche sirvan de cen- tarlas, porque nuestras tierras y
tinelas y de día trabajen. nuestras viñas son de otros.
23 Y ni yo, ni mis hermanos, 6 Y me enojé en gran manera
ni mis jóvenes ni los hombres cuando oí su clamor y estas
de la guardia que me seguían palabras.
nos quitamos nuestra ropa, ex- 7 Entonces lo medité en mi co-
cepto para lavarnos, cada uno con razón, y reprendí a los nobles y
su arma. a los oficiales y les dije: ¿Estáis
5 4 a GEE Deuda.