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Ignacio, Chi para nosotros, fue un verdadero compañero y
amigo, pero especialmente fue una buena persona, de alma

pura y bondadosa.

Rodrigo: “Cada vez que teníamos una Daniel: “El mejor día de mi vida
tarea y no le entendía, le preguntaba a él fue cuando él se quedó en mi
y me la daba para que la copie, así no me casa, al salir de la escuela, y me
vaya mal. Siempre que un profesor hizo compañía mientras yo
tomaba mate, aunque él no tomó
preguntaba quién era, Ignacio Zárate,
porque decía que no le gustaba
decía que era yo, con la esperanza que
quemarse. Luego de eso quedo
una nota buena de él me la pongan a mí”
toda la noche conmigo, para que
no este solo, ya que mis padres no
estaban”

Joaquín: “Los momentos
graciosos en los ensayos de
estudiantina. Como cuando nos

Mauro: ‘Nos juntábamos a
cenar, a charlar, jugar videos
Yamilen: “Solíamos salir a comer y jugar juegos y reírnos por todo’
a las cartas; él siempre ganaba, tenía un
don. Tarde a la noche, él me acompañaba Milagros: “La noche
a casa para que no me vaya a pasar nada”
antes que comience nuestra primer estudiantina,
hicimos una joda y la pasamos muy bien, todos bailamos
Karina: “Con Ignacio siempre y charlamos. Y él, como siempre, se destacó bailando”
fuimos la ‘’pareja’’ anhelada para el
curso, pero entre nosotros no había Paula: ‘Los mejores recuerdos que tengo de
nada. Hasta que en el 2014, en esas Chi, es su voz, su risa, su mirada, la forma tan
juntadas de compañeros por la siesta, espontanea de hablar. Pero lo que siempre va
él apareció en una bicicleta azul, un a quedar en mi corazón es cuando me decía
poco oxidada; como yo quería dar ‘’NIÑA’’ y me abrazaba’
una vuelta en su bici, los chicos me
propusieron que él me la iba a prestar
si yo le daba un beso. Así que todos
nos fuimos a la represa y nos dimos
ese beso que todos tanto esperaban”

Laura: ‘Mi pareja de baile; el que me
hacia reír tanto que me perdía. Nacho,
que en el primer día de escuela me mintió
que todos le decían así, solo para reírse
de mi inocencia’

Aarón: ‘En el 2016 fuimos a Chepes a
jugar a la pelota, pero perdimos y mientras
que nos abrazábamos, nos pusimos a llorar.
Cuando se nos pasó la tristeza, fuimos a
comer y nos gastamos toda la plata, así que
Gonzalo: ‘Una tarde en la
no teníamos cómo volver. Aunque sabíamos
escuela, él me enseño a
que nos iban a retar, tuvimos que pedir que
tocar el bombo y no se
nos vayan a buscar, y fue así, nos retaron y
movió de mi lado hasta que no nos dejaron salir por un tiempo. De esto
me salió; y vaya que tuvo nos acordábamos siempre y nos reíamos’
paciencia’

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