Page 221 - Águila Blanca_Neat
P. 221
Águila Blanca
587. Si Él solo pudiera lograr que esta naturaleza, ese
espíritu, estuviera de acuerdo con Él, entonces esa naturaleza
muere, la naturaleza y el amor del mundo mueren, y las cosas
del mundo quedan muertas.
588. Así que esta naturaleza tiene que morir, y la
naturaleza de Dios viene a morar en usted. Y Dios es la única
cosa que existe que nunca tuvo comienzo y nunca podrá tener
fin. Por lo tanto, Él se ha asociado (¿ven ustedes?), y ha
tomado este hombre terrenal, y este Espíritu Eterno, y los ha
unido. Pues Dios mismo se reflejó así, en que se hizo hombre
cuando vino a ser Cristo Jesús, y Él era Dios, ¿ven?
589. Y, por medio de ese Hombre perfecto, cada uno de
nosotros – imperfectos – que cree en Dios y que haya
aceptado eso, viene a ser la perfección de Él. Por eso somos
bautizados en Su Nombre (105), para entonces salir en Su
Nombre, en Su muerte, en Su resurrección, que nos
levantamos nuevamente, testificando al mundo que ahora
tenemos Vida nueva, que el hombre viejo ha muerto. Hemos
enterrado esa primera naturaleza. ¿Ven? Esa primera
naturaleza ya no existe, y ahora nosotros somos la naturaleza
de Él. Él mora en nosotros, y no hacemos nuestra propia
voluntad, hacemos Su Voluntad. Ya no pensamos nuestros
propios pensamientos. La mente que estaba en Cristo Jesús
ahora está en cada creyente. [ALMAS ENCARCELADAS HOY,
páginas 7, 8, 9, párrafo 36, 37, 44, 45, 47. Predicado un domingo por
la mañana, 10 de noviembre de 1963, en el Tabernáculo Branham, en
Jeffersonville, Indiana, E.U.A.]
590. Ahora estamos en la resurrección, la mañana después
de la resurrección, la primera resurrección; qué hermosa
mañana, Jesús se ha levantado de los muertos y está viviendo
entre Su pueblo. Él está aquí igual hoy como estuvo en aquel
día, porque Él es el mismo ayer, y hoy, y por…
(105) Hechos 2:38-39
222