Page 40 - Águila Blanca_Neat
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El Mensajero

           El  no es el Hijo de Dios. El es uno de los hermanos (13), un
           profeta, mensajero, un siervo de Dios. El no necesita ningún
           honor más grande que el que recibió Juan, cuando fue la voz
           que clamó: ―Yo no soy Él, pero Él viene después de mi‖.

           51.    Antes de concluir esta parte que tiene que ver con el
           mensajero  a  la  Edad  de  Laodicea,  debemos  considerar
           seriamente  estos  dos  pensamientos.  En  primer  lugar,  esta
           edad tendrá un sólo profeta mensajero.  Apocalipsis 10:7
           dice: ―cuando él, comenzare a tocar‖. Nunca ha habido una
           edad en que Dios haya mandado a Su pueblo dos profetas
           mayores  a  la  vez.  Será  un  profeta  tan  cabalmente
           vindicado,  o  aun  más  cabalmente  vindicado  que  cualquier
           otro  profeta  en  todas  las  edades,  desde  Enoch  hasta  hoy;
           porque  este  hombre  de  hecho  tendrá  el  ministerio
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           profético de la piedra que corona , y Dios lo mostrará. El
           no necesitará hablar por sí mismo, Dios hablará por él por
           medio  de  la  voz  de  la  señal.  Amén.    [EL  MENSAJERO,
           páginas  1,  6.  Porción  del  Mensaje,  tomado  de  su  libro:  Una
           Exposición De Las Siete Edades De La Iglesia, del capítulo La Edad
           de Laodicea.  Predicado el 11 de Diciembre de 1960, por la noche, en
           el Tabernáculo Branham, en Jeffersonville, Indiana, E.U.A.]

            52.   Ahora recuerden, Dios es la Palabra, y a cada edad Él
           ha asignado la Palabra para cada edad que habría en la tierra.
           Él    la  asignó  en  la  edad  de  la  iglesia,  y  los  Siete  Sellos
           revelaron  todo  al  respecto.  ¿Ven?  Por  qué  allí…había  allí
           misterios que todavía estaban escondidos.

            53.   En Apocalipsis 10, hallamos, al final del Mensaje del
           séptimo ángel, que estos misterios que habían estado ocultos
           iban a ser revelados, Apocalipsis 10:1 al 7.



            2   Véase las  páginas 110, 111, 112, 113, párrafos 265, 266, 271, 272.
            (13)Apocalipsis 22:8-9

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