Page 148 - Lascivia Noviembre 2017
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John Pham
el dibujante vietnamita que hace cómics en formatos chiflados
John Pham (Vietnam, 1981) habla con especial cariño de su “preciosa má-
quina de risografía” con la que ha impreso tantas historias y fanzines. “No
es muy popular, pero tiene unos resultados estéticos increíbles”, reconoce.
Le gusta experimentar con los límites del papel hasta que algo se rompe, y
concibe cada uno de sus trabajos como un objeto de culto. Su último cómic,
J+K , combina sus viñetas con toda la imaginería pop que ha sido capaz de
colar entre sus páginas: vinilos, stickers, fichas, videojuegos...
Por eso no resulta extraño cuando el dibujante asentado en Los Angeles
y autor de la cubierta de Kramers Ergot en 2016 -la antología de cómic más
importante de las últimas décadas- reconoce lo feliz que le hace su traba-
jo: “Hace más o menos cinco años me dije: vale, estoy haciendo lo que se
supone que debo hacer”. Como tampoco nos sorprende que su última obra
haya conseguido el Puchi Award, el galardón creado por Fulgencio Pimentel
(quien edita sus obras en España) y la Casa Encendida con el que intentan
reconocer las propuestas más arriesgadas y brillantes del sector. De hecho,
el riesgo no falta en la obra de Pham. “Estoy un poco nervioso porque están
teniendo ciertos problemas con la producción. Siempre que asumo un pro-
yecto intento forzar los límites, ver hasta donde es posible llegar. He intenta-
do hacer algo bonito, incluyendo nuevos materiales, y ahora estoy un poco
preocupado... pero bueno, así es mi vida”, asume el autor con resignación.
En cuanto a narración, J+K es un artefacto nostálgico y un tanto auto-
biográfico en el que narra la historia de dos adolescentes que comparten
inquietudes, problemas y muchas preguntas sobre cómo sobrevivir en el
mundo moderno. Una obra que muchos sitúan entre Peanuts y Seinfeld, y
cuyas protagonistas son Jay y Kay, las dos chicas huérfanas a las Pham dio
vida en su fanzine Exposy a principios de siglo. “Antes de esa historia hice
muchos cómics serios y dramas para lectores adultos, así que quería crear
unos personajes divertidos”, explica el autor, que bautizó a sus protagonis-
tas con la primera inicial de su nombre y el de su mujer, Kacey. “En inglés