Page 106 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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                          1800.  ta  en  su  duración  como  fecunda  en  re-
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                                sultados  favorables  á  la  Francia.  El  3
                                                                            denes  á los  generales  de  los  ejércitos  del
                                de  julio  hizo  su  entrada  en  la  capital,  Rin  y  de  Italia,  Moreau  y  Massena,  pa-
                                donde  encontró  un  pueblo  embriagado
                                                                            raque renovasen  las hostilidades. El  Aus-
                                de  gozo,  y  que honró  á  su primer  Cón-
                                                                            tria  aturdida  con  semejante  determina-
                                sul  como  si  fuese una  divinidad.
                                                                            ción, no  estando  prevenida  para  la  guer-
                                   El  Austria,  abatida  por  la  rapidez  de  ra ,  pidió  una  tregua  de  cuarenta  y  cin-
                                las  victorias  de  Napoleon,  le  envió  un  co  dias;  y  para  obtenerla  hubo  de  en-
                                plenipotenciario  que  trató  los  prelimi-  tregar  las  plazas  fuertes  de  Ulma,  In-
                                 nares  de  paz  sobre  las  bases  del  tratado  golstad y Philisbourg.  Se entablaron  nue-
                                 de  Campo  Formio;  pero  la  misma  Aus-  vas  negociaciones  durante  estos  dias;  y
                                 tria  revocó  los  poderes  con  el  pretexto  las  exigencias  del  primer  Cónsul  hicie-
                                 de  que  estaba  comprometida  con  la  In-  ron  que  la  paz no  se resolviese:  por  tan-
                 1               glaterra,  y  que  no  podia  hacer  la  paz  to  se  trató  otra  vez  de  guerra.
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              mUS»  18           sin  que  esta  potencia  conviniese.  Napo-  Los  celos por  la  usurpación  del  poder
                                 leon  afectaba  desear  la paz,  y  á  este fin   y  por  el  brillo  de  la  gloria  debian  oca-
                                 admitió  á  los  plenipotenciarios  ingleses  sionar  tentativas  contra  la  vida  de  Na-
                                 y  austríacos.  Su  sagaz manejo sabia  atri-  poleon ;  y  el  que  lo  avasallaba  todo  con
                                 buir  los  deseos  de  guerra  á  sus  enemi-  la  fuerza  de  las  armas  y  con  las  arterías
                                 gos,  mientras  él  trabajaba  por  debajo  de  su  maquiavélica  política,  habia  de
                                 de  cuerda  paraque  no  pudiesen  admitir  temer  siempre  las  tramas  de  los  conspi-
                                 la  paz.  Estaban  pendientes  las  negociar  radores.  Tres  tentativas  se  hicieron  en
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