Page 150 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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                            i 805. gió  hacia  las  riberas  del  Danubio  flan-  trangeros.  El  hecho  es  que  Napoleon no  \ 805.
                                  queando  las  posiciones  del  enemigo.  En  lograba  las  victorias,  ni  hacia  las  con-
                                  batallas  parciales  fueron  derrotados  los  quistas  precisamente  por  su  pericia  mi-
                                  austríacos  en  Wertingen,  Guntzburg,  litar ni  por  la fuerza de  las armas:  el oro
                                  Memmingen    y  Munich,  donde  entró   y  la  intriga  era  una  de  las  principales
                                  Napoleon  el  12  de  octubre:  fueron  re-  causas que  concurrían,  tal  vez  mas  que
                                  chazados  en  el  puente  de  Elchingen;  y  el valor,  á  la  rapidez  de  sus  victorias,  y
                                  la inexpugnable  plaza  de Ulma,  defendi-  esto  se comprobó  por  lo  acaecido  en  Ul-
                                  da por  el general  Mack  con  30,000  hom-  ma,  cuya  capitulación  vergonzosa  exci-
                                  bres,  capituló  el  \ 7  del  mismo  mes.  De  tará  siempre  la  admiración  del  que  no
                                   manera  que  Bonaparte  en  el  decurso  de  llegue  á  sospechar  el  verdadero  motivo
                                   15  dias,  sin  dar  una  batalla  general,  que  obligó  á  firmarla.  Se le  habían  ma-
                                   destruyó  un  eje'rcito  de  cien  mil  hom-  nifestado  á  Napoleon  los  inconvenientes
                                   bres : hizo  sesenta  mil  prisioneros:  cogió  de  detenerse  en  el  bloqueo  de  aquella
                                   doscientas  piezas  de  artillería  y  noventa  plaza,  que  habia  de  durar  mucho  tiem-
                                   banderas.                               po,  y  la  imposibilidad  de  reducirla  por
                                                                           la  fuerza.  Napoleon  preguntó  si  podia
                                     Pero,  sin  negar  el  extraordinario  ta-
                                   lento  militar  de  Bonaparte,  es  del  caso  entrar  en  Ulma  una  caballería  cargada
                                                                           de oro;  y  habie'ndosele  respondido  afir-
                                   consignar  en  este  lugar  un  hecho  que
                                                                           mativamente,  replicó:  «Pues  también
                                   aunque  no  lo  ignoremos  por  lo  que  pasó
                                                                           «entraré  yo.»  Los  poco  versados  en  la
                                   en  nuestra  España,  serán  acaso  muchos
                                                                           historia  han  celebrado  esta  máxima  ere-
                                   que  lo  ignoren  con  respecto  á  países  ex-
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