Page 322 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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                              1814.  la  opinion:  no  se  veían  sino  demostra-  nio de  la  Francia;  y  que  por  esta  razón  1814.
                                    ciones  de  alegría  universal  :  tanto  los  quedaron  sin  empleos  y  sin  medios  para
                                    realistas  como los republicanos  mas  exal-  subsistir:  otro  número  considerable  de
                                    tados  participaban  del  contento  públi-  refugiados, que  se habian  comprometido
                                    co;  basta  los  mismos  que  habían  sido  en  favor  de  Napoleon;  y  por  este  moti-
                                    partidarios  de  Napoleon  solo  por  entu-  vo  no  podían  sin  riesgo  volver  á  su  pa-
                                    siasmo,  estaban  entusiasmados  á  favor  tria : otra  innumerable  porcion  de  oficia-
                                    del  régimen  real.  Ninguna  señal  de  des-  les, que  reducidos  á  la  media  paga  creían
                                    contento  se  manifestó  durante  algunos  que no  podían vivir  con  la  decencia  con-
                                    meses,  mientras  duró  la  memoria  de  forme  á  su  rango:  el  ejército,  que  mien-
                                    los  sacrificios  que  la  guerra  costaba  á  la  tras  estuvo  á  las  órdenes  de  Napoleon
                                    Francia.  Pero  con  pocos  meses  de  paz,  presumió  ser  el primer  ejército del  mun-
                                    muchos  se olvidaron  de  los  males  de  la  do,  y  que  consideraba  como  un  ultraje
                                    guerra,  y  miraban  como  un  mal  insu-  hecho  á  su  gloria  las  demostraciones  de
                                   frible  la  misma  paz.  Así  fue que  las  fac-  alegría  con  que  se  celebraba  la  caída  de
                                    ciones  mas  opuestas  en  sentimientos  y  su  Emperador:  los  revolucionarios,  que
                                   opiniones  comenzaron  á  agitarse  y  agi-  solo  en  un  trastorno  general  contaban
                                    tar  el  país;  y  todos  los  días  se  iban  ob-  recobrar  su  terrible  preponderancia  en
                                   servando  síntomas  que  alarmaban  los  todos  los  actos  políticos:  la  división  y
                                    espíritus.  El  número  infinito  de  emplea-  los  partidos  diferentes,  que  había  entre
                                    dos,  que  lo  habían  sido  en  los  inmensos  los mismos  realistas:  el  amor  propio  de
                                    países  que  ya  no  pertenecían  al  domi-  muchos  vulnerado:  faltas  impolíticas  de
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