Page 76 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista

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. to, con una proclama al mismo, y otra da la Francia. Los jacobinos eran los'
á los pueblos de Egipto cerradas en un que entonces dominaban; y el terror que
pliego que no debia abrirse basta des- inspiraban al país, y la esperanza que
pues de su partida. El general Kléber tenían los pueblos de que Bonaparte
fue nombrado para encargarse del man- rompería el pesado yugo que les opri-
do. Son notables las palabras que Na- mía , hizo que fuese recibido como su li-
poleón dijo al general Menou en el mo- bertador; y la carrera de Frejus á Pa-
mento de embarcarse: «Voy á acabar rís se vió inundada de una inmensidad
« con el imperio de la charlatanería, co- de gente que acudía de todas partes con
«mo tenga la fortuna de poder poner no interrumpidas demostraciones del
«los pies en Francia. » mas vivo entusiasmo.
En fin, dispuestas todas las cosas se Llegó á París el 16 del mismo mes
embarcó en Alejandría á las diez de la y al momento pasó á la sala del Direc-
noche del 22 de agosto, y habiendo po- torio. A las aclamaciones de un pueblo
dido escapar á la vigilancia de los cru- inmenso se juntaron los vivas de los sol-
ceros ingleses tuvo la felicidad de llegar
dados de la guardia, vivas que salían de
á Frejus sin el menor contratiempo en
sus corazones enagenados de gozo. En
9 de octubre.
aquella sesión se portó con la mayor re-
La noticia de haber pisado Napoleon serva. Dió parte al Directorio del esta-
el suelo francés embriagó de gozo á to- do de las cosas en Egipto: manifestó, que
dos los habitantes de Frejus, y luego se afligido por las calamidades que desola-
propagó con la rapidez del rayo por to- ban la Francia, habia acudido á ofrecer