Page 90 - Historia política y militar de Napoleón Bonaparte, puesta en su verdadero punto de vista
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                            1799.  sí  y  retrocede.  La  indignación  aumen-* salvación  en  la  fuga  tirando  las  insig-  1799.
                                  taba  á  cada  instante  en  la  sala  de  los  nias  de  su  dignidad  de  diputados  para
                                  quinientos,  y  se  pedia  á  gritos  que  se  no  ser  conocidos.  Los  del  partido  exal-
                                  pusiese  á  votacion  la  proposicion  por  la  tado  no  pararon  hasta  París;  los  mode-
                                  que  se  declaraba  á  Bonaparte  fuera  de  rados  fueron á. acogerse  al  Consejo de  los
                                  la  ley.  Su  hermano  Luciano,  que  presi-  ancianos.
                                  dia  el  Consejo,  se vió  obligado  á  renun-  Este  Consejo,  disuelto  el  de  Diputa-
                                  ciar  la presidencia,  al mismo  tiempo  que  dos ,  se forma en  Consejo general,  y  rea-
                                   entraba  en  el  salón  un  piquete  de  gra-  sume  las  funciones  propias  de  los  dos.
                                  naderos para  sacarlo  salvo.          Decreta  la  abolicion  del  Directorio  eje-
                                     Los  gritos  de  indignación  no  cesaban  cutivo:  la  expulsión  de  sesenta  miem-
                                  en  el  Consejo;  y  Napoleon  queriendo  bros  del  Consejo  de  quinientos:  la  crea-
                                   acabar  de  una  vez,  da  órdenes  á  Murat  ción  de  una  nueva  magistratura  desti-
                                  y  á  Leclerc,  los  cuales  mandan  entrar  nada  á  ejercer  el poder  ejecutivo;  y  de-
                                   la  tropa  en  columnas  cerradas  y  embes-  signa para  este cargo á Sieyes,  Roger-Du-
                                   tir  á  los  diputados  con  la  bayoneta  ar-  cos y Napoleon,  bajo el nombre de  Cón-
                                   mada.  En  este momento  el  miedo  ocu-  sules de la  República.  Así acabó  la  Cons-
                                   pa  en  estos  el lugar  del  furor:  á  la  vis-  titución  del  año  3.  Napoleon  con  sus
                                   ta  de  las  bayonetas  se  escapan  precipi-  dos  compañeros,  que  acababan  de  des-
                                   tadamente  :  unos  lo  verifican  por  las  truirla , despues  de  mil  juramentos  que
                                   puertas,  otros  por  las  ventanas:  todo  es  habían  prestado  de  observarla,  presta-
                                   confusion  y  desorden:  todos  buscan  su  ron  ahora juramento  de  fidelidad  invio-
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