Page 126 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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lio EL ORINOCO ILUSTRADO;

                               depende de Tolo un movimiento ( por mas


                               que fea indeliberado ) con que dé á enten¬

                              der , que le fon moleftas las fangrientas hor¬

                              migas >* y fi fe le efeapa un ay al morderle

                              ías peftañas de los ojos , ü otras partes efpe-

                              eialmente delicadas , ya perdió el pleyto,

                              quedó mal en fu examen , y fin fama de va¬

                              liente , incapaz de fubir al hoñor de Capitán-;

                               y al contrario, fi fufre con valor el tiempo

          siguenfe los determinado por fu diabólica ley , defpues

                              de ^os Para^i^ncs > acuden todos á quitarle

               1 las hormigas , de que fale aforrado , ó re¬

                              vertido ; pero le quedan claveteadas en el

                              cuerpo las cabezas de ellas , harta que con el

                              unto, que para ello tienen , les hacen aflo¬

                              jar fu diente tenaz : luego fe figuen los brin¬

                              dis , harta quedar todos fatisfechos , que efte

                              es fiempre el paradero de todas fus juntas,

                              y funciones.

                                     Se horroriza el cuerpo folo al penfar en

                              ’ertafegunda prueba , tanto quantomas exce¬

                              de á la primera ; pero como ni una , ni otra

                              llegan á fer mortales , aunque si muy mol'ef-

                              tas, viene á fer, que la tercera prueba es mu¬

                              cho peor , que las dos referidas , porque en

                              efta hay ricfgo de muerte , y á la verdad en

                              ella mueren algunos.

                                     La tercera prueba , que fe debe llamar

       Tercera prueba infernal , fe hace de erte modo : Juntos yá

       dorado paia l°s Magirtrados , y el vulgo , fe cuelga en

                             el ayre un cañizo bien texido ele cañas me¬

                             nudas, y capaz de recibir el cuerpo de ei

                             examinando: fufpeníb yá á dirtancia de una

                                                                                                       yara
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