Page 412 - El Orinoco, ilustrado, y defendido, historia natural, civil, y geographica de este gran rio, y de sus caudalosas vertientes: govierno, usos, y costumbres de los Indios sus habitadores con nuevas, y utiles noticias de animales, arboles, frutos, aceytes, resinas, yervas, y raices medicinales
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                            bielos a que inflruyati al motor del ruido:

                            y entre tanto pafle a defengañar a ¡as cabe¬

                            zuelas mas principales de la Población, liemr

                            pre con fofsiego , roftro alegre , y en la forma

                            dicha.

                                    La fexta : Si los Indios perturbados fe jun¬

                             tan en la plaza , ó en alguna cafa particular,

                             como fucede de ordinario , entonces no con-;

                             viene hablar con todos, ni en tono de fer-


                             mon, porque no confeguira cofa de prove¬
                             cho j y la razón es , porque en tales circunf-


                             tancias, fe ha minorado en ellos el refpeto,
                             amor , y reverencia para con el Operario ; y


                             como tiran a aufentarfe de él, crian anima,

                             y todos a un tiempo quieren refponder alo

                             que les dice , y propone : con lo qual, en

                              lugar de minorarfe , crece , y va a mas la

                             confuíion : Debe, pues, acercarfe al Cacique,

                              inflar á que él, y los mas principales Indios

                              fe afsienten : trate con el íofsiego yá dicho

                              fobre la materia , y vera como los demas In¬

                              dios callan , y oyen con atención lo que fe

                              trata con los principales, y lo que ellos ref-

                              ponden ; con el feguro , de que apacigua-

                              dos los primeros, fe dan por convencidos los

                              reliantes.

                                     La fiptima máxima, y de mucha impor^

                              tanda , es , que en ellos lances no haga hin¬

                              capié en alegar razones fuertes, y de pefo,

                              para convencer aquellas gentes : buíque ra¬

                              zones caleras, infifta en ellas, y ( fegun ellos

                              ufan ) repetirfelas muchas veces; v. gr.el tra¬

                              bajo , que con fu temeridad caufaráfl a fus
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