Page 68 - Punto de Fuga_2_Neat
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Charlaron  entre  seda,  raso,  gasa,  friselina,  azules

            marinos,  celestes  color  cielo,  terrosos  intensos,  rojos,

            anaranjados, amarillos… Como si al hablar eligieran partes de

            primavera.


                   Los  retazos  eran  hojas  de  liquidámbar,  ciruelos

            morados, aguas de ríos y mares, cielos.


                   Santi y ella se despidieron con un abrazo y la promesa

            de verse en el obelisco.


                   De los machos, de los que se codeaban, no quedó más

            rastro  que  un  rumoreo  como  un  zumbido  de  abejas

            desconcertadas  a  las  que  les  patearon  el  panal.  Quedaron

            parados al pedo en un rincón como un decorado apilado en el

            fondo  de  un  teatro  de  alguna  obra  que  se  había  dejado  de

            interpretar.


                   Vinieron  los  pintores.  Sebastián  eligió  paredes  grises

            para el frente de su casa. Allí vivirán con su mujer y los hijos

            que "Dios mande". Sus padres exaltados de orgullo por tener

            un hijo que les de nietos, le hicieron un depto. Una vivienda
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