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Dominando la Fotografía de Retrato
Con un 50mm en este plano nos va estupendo. ¿Qué te parece? Probablemente
tú tomarías decisiones completamente distintas, y esa es parte de la magia de la
fotografía; que cada uno ve el mundo a su manera particular y personal.
Pero al margen de que hubieras tomado distintas decisiones, la idea general es:
Decide de antemano qué quieres explicar y cómo vas a hacerlo con todas las
herramientas y variables de las que dispones. (De las cuales la más importante
es tu imaginación).
Recomendación: Un retrato no es solamente un rostro. Un retrato pueden ser
unas manos o unos pies. Busca detalles que hablen por sí solos y te ayuden a
contar tu historia.
Utiliza una ISO baja
La ISO es la sensibilidad de tu cámara para captar la luz. Cuanto más elevada
es la ISO, más sensibilidad tiene la cámara a la luz, lo cual en principio es bueno
porque te permitirá tomar fotografías con velocidades más altas y por lo tanto,
con menos posibilidades de que te salgan las fotos movidas. Por el contrario,
cuanto más baja sea la ISO, menos sensibilidad tendrá la cámara a la luz y más
oscura te saldrá la foto, por lo que tendrás que disparar a velocidades más
bajas. Dependiendo de la cantidad de luz de la que dispongas, las fotos pueden
salir movidas.
Hasta aquí pensarás, “Pues subo la ISO, ¿no?” Pues no, no es tan simple. En
fotografía como casi todo en la vida, todo tiene su lado positivo y su lado
negativo. El lado negativo de la ISO es que a más ISO peor calidad de imagen;
más ruido y menos definición. Este hecho es especialmente notable en la
fotografía en blanco y negro, por lo que, siempre que puedas, dispara a la ISO
más baja posible, y compleméntalo buscando una buena iluminación que te
permita mantenerla. Por ejemplo, como comentábamos antes, los interiores a
determinadas horas del día, suelen carecer de suficiente luz natural. Si quieres
un buen retrato de interior y con definición, acércate a una ventana. Página 66 | Blog del Fotógrafo
Recomendación: Si te interesa el efecto artístico que puede aportar el ruido a tus
retratos, procura añadirlo en el post-procesado. Así podrás disponer de una imagen
nítida y otra con ruido, compararlas, y sólo ahí decidir.
Si lo haces directamente con ruido desde la cámara no habrá “vuelta atrás”.