Page 6 - Cuentos 1°C 2019
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lloraba y lloraba al verse solo y perdido. Lo asustaba mucho el aullido
de los lobos y el brillar de los ojos de los búhos.
Cansado de tanto caminar se echó junto a un árbol. Empezó a
amanecer y el burrito no se levantaba. De casualidad iba pasando un
leñador con un perro, escucharon unos ronquidos muy fuertes, se
asomaron para ver de qué se trataba y encontraron al burrito.
El leñador lo ató y colocó sobre su lomo unos bultos de leña. Lo halaba
y lo halaba del lazo. El burrito se oponía, pero al final le tocó ceder.
Llegaron hasta la choza del leñador. El burrito estaba muy triste porque
no tenía cerca a su mamá. Sus ojitos y sus orejitas se veían decaídas.
Pasaron los meses y el burrito seguía muy triste y no quería comer, se
la pasaba llorando. El perro al verlo en ese estado se compadeció de
él y le dijo:
- No te preocupes que yo te voy a ayudar para que te reencuentres
con tu mamá. Esperemos a que el amo se duerma y nos vamos.
El burrito se alegró mucho y empezó a comer y a brincar de la alegría.
Por primera vez se le escuchó su rebuznar muy fuerte.
El perro le dijo:
- No hagamos ruido porque el amo nos escucha.
Cuando el leñador se durmió, el perro y el burro salieron corriendo por
el bosque. Corrieron toda la noche hasta que llegó el amanecer, y
lograron visualizar el pueblo. El perro utilizo su gran olfato para
encontrar a la mamá del burrito, cuando la encontró, el perro empezó
a ladrar, el burrito paro sus orejas y brincó de la alegría al ver a su
mamita otra vez. La mamá lo lamió y lo lamió de la alegría. Empezaron
a rebuznar juntos y el perro lo acompañaba con sus ladridos.
El burrito le agradeció al perro por ayudarlo a encontrar a su mamá y
le dijo que él era un buen amigo. El burrito le dijo a la mamá que nunca
volvería a alejarse de ella. Así vivieron los tres felices por siempre.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN
NEYMAR ARLEY CLARO GOMEZ
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