Page 51 - Te Regalo mi Tesoro - Evolucionar para un mundo en paz
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“Un Nuevo Amanecer Evolutivo”


             CÉLULAS DE UNIDAD: ABBAIMA

             ABBAIMA, es un ministerio nuevo, establecido por El Poder Maestro, El Cristo,
             para  todos  los  que  están  “trabajados  y  cargados”.    Esta  ayuda  para  la
             realización  espiritual,  comienza  y  termina  en  los  pies  del  Divino  Maestro
             Perfecto;  el ego personal, en esta nueva etapa evolutiva, poco o nada nos
             podrá beneficiar, la meta es disolverlo para siempre en el océano de amor y
             bienaventuranza… en el océano de la fraternidad.

             Las Comunidades de Fe (Células de Unidad), tienen las puertas abiertas para
             todas  aquellas  personas  que  se  encuentren  derrotadas,  que  acepten  y
             reconozcan su impotencia personal para alcanzar con sus solos esfuerzos y
             recursos  -intelectuales  y  materiales-  la  felicidad  que  tanto  anhelan  y  se
             determinen a establecer una relación efectiva con Dios… COMULGAR con el
             Poder  superior  -con  el  concepto  que  de  Él  tengan-  y  estar  totalmente
             dispuestos a emprender esta maravillosa aventura del conocimiento de Dios
             y de sí mismos.

             Es posible que muchas personas, lleven años intentando sin éxito alguno, por
             todos los medios posibles, sicológicos, espirituales o materiales, superar  las
             barreras  que  los  tienen  atrapados:  algún  vicio  o  enfermedad;  heridas
             emocionales, causadas por algún fracaso económico o sentimental; infinita
             soledad, así estén rodeadas de numerosas personas que los aman, etc., etc., y
             a pesar de  sus sinceros esfuerzos por liberarse de este estado de esclavitud,
             no  logran  avanzar  un  sólo  paso  hacia  la  paz  y  la  plenitud  que  buscan
             afanosamente.


             Cada día se suman más personas, a la infinita caravana de seres que deambu-
             lan por el mundo sin encontrar una razón para vivir, para sentirse plenos y
             útiles.  Seres enfermizos, sin vitalidad y sin motivos nobles para vivir la vida.
             Inmersos en el mar sinuoso de sus miedos y ansiedades, cubriendo a cada
             instante -o en sus etapas de crisis, que cada vez con mayor frecuencia hacen
             su aparición-, su rostro marchito con el toallón de la culpabilidad y de los
             resentimientos.

             Contrario a lo que pueda creerse, este paisaje nefasto, es una gran bendición,
             pues  debido  a  él  y  a  las  horrendas  nubes  que  lo  circundan,  damos  los
             primeros pasos hacia la búsqueda verdadera.  Es gracias a estas situaciones

             Yhemis-OM                                                            51
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