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sino que a escondidas fue a observar al burro y se dio cuenta de lo que estaba haciendo el burro perezoso, pensó ¡Wau! que burro tan astuto, pero le daré una lección para para que no le queden ganas de volverlo hacer y aprenda a trabajar con amor y quitar la pereza.
Entonces al día siguiente no lleno sus bolsas de sal, si no de algodón. Como se había vuelto costumbre, mientras el burro iba por el puente se tiró al río para disminuir el peso de las bolsas, más el algodón absorbió el agua y las bolsas se volvieron más pesadas, el burro no sabía qué pasaba, mientras luchaba con todas sus fuerzas para no hundirse, cuando logró salir del río, estaba súper cansado y con las bolsas pensando el doble de lo normal, en un punto del camino se desplomó porque su cuerpo ya no aguantaba más. Mientras estaba en el piso su amo llego entre risas diciéndole estas palabras: “yo no evado mi trabajo hago mi labor con amor y soy responsable de lo que me toca, lo hago con ánimo, con gusto y sin pereza y tú debes de hacer lo mismo ya que soy tu amo y ese es tu deber por eso te llene las bolsas de algodón y no de sal, para darte una gran lección de lo contraproducente que puede ser la Pereza”. Desde ese día el burro no volvió a trabajar con pereza y aprendió hacer las cosas con amor y con gusto”.
Pregúntate si estás viviendo hoy en día lo mismo que el burro, si estás haciendo malas mañas para evadir tus responsabilidades, si es así ¡cuidado! que ya sabes que te puede pasar. Si quieres que te vaya bien en las cosas que haces hazlas sin pereza y si con mucho amor y pasión.
Otro punto de la pereza es que es un estado de ánimo, y de por sí es muy fácil tener poco ánimo en lo que no nos gusta hacer, aquí es donde debemos controlar y utilizar nuestra inteligencia emocional, porque aunque hayan cosas que no nos guste hacer se necesitan hacer y la clave es hacerlas también con gusto y placer sin ningún tipo de pereza y desanimo.
Para eliminar la pereza hay tres puntos muy importantes los cuales son: lenguaje, enfoque y fisiología.
Debes detener un lenguaje de positivismo, de ánimo, de fe, de alta energía y quitar todo lenguaje de negativismo, debajo ánimo y de pereza, pues de acuerdo a nuestro lenguaje y pensamientos serán nuestras emociones, acciones y por ende nuestro destino. La buena
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