Page 4 - Revista_ Roma
P. 4
Después de éstas, el algo más, el romano se disponía para sus ejercicios
hombre se dirigía al atléticos diarios y para el baño, en el Campo de Marte,
Foro, acompañado en el río Tíber o en algún
por sus clientes y establecimiento de baños
portado en una litera, públicos donde había que
con su nomenclatur pagar una entrada, a no ser
(un especie de que estuvieran
secretario) al lado. promocionados. Los más ricos
Con la tercera hora del día comenzaban los asuntos lo hacían en sus sus propias
en los tribunales o el Senado, que podían continuar casas.
hasta la novena o décima hora. Las reuniones del
Senado terminaban a la puesta Después del baño, venía la relajación o un paseo por
del sol. los edificios públicos para
charlar con los amigos, para
Excepto en ocasiones escuchar las últimas
especiales, a las once de la noticias o consultar a los
mañana todos los asuntos socios en los negocios, igual
estaban concluidos, y a esa que ahora hace la gente en
hora se tomaba la comida. los bares.
Después venía la siesta del A continuación llegaba el
mediodía (meridiatio), gran acontecimiento del
costumbre general y día: la cena en casa o en el
extendida que duraba hasta la hogar de un amigo. La
octava hora, entre la una y convencional se realizaba
media y las dos de la tarde en familia y solía consistir
cuando las calles estaban tan de lechuga, huevos duros,
desiertas como a medianoche. judías con tocino, gachas o
puerros.
Durante las festividades públicas no había sesiones
en los tribunales ni reuniones en el Senado. Esos días Al terminar la
las horas que los ingesta, y tras un
romanos ratito de velada
dedicaban a los la familia se iba a
negocios eran dormir, mientras
utilizadas en el que los esclavos
teatro, el circo u seguían
otros juegos. trabajando para
antes de
Sin embargo, en realidad algunos romanos de la clase acostarse dejarlo todo listo para comenzar la jornada
alta evitaban estas actividades, excepto si estaban al dia siguiente.
relacionados con ellas oficialmente, y muchos
preferían pasar las Incluso en los días pasados en el campo, este
vacaciones visitando programa apenas cambiaba, y el romano, en la
sus fincas en el campo. medida de lo posible, se llevaba a las provincias las
costumbres de su vida en casa
Después de la siesta,
que duraba una hora o